Más presupuesto para la defensa y contra el narcotráfico

La propuesta de Bill Clinton para aumentar un 7% el presupuesto de defensa devolvería al estamento militar lo que solicitaba desde la época de Ronald Reagan. Este incremento es proporcionalmente el mayor desde ese periodo presidencial, marcado por el rearme armamentístico, aunque Clinton reconoce que nunca antes "hemos disfrutado de una situación con tan pocas amenazas exteriores".El presidente pidió que se mantengan las ayudas a Rusia para el desmantelamiento de arsenales nucleares y elogió el desarme paralelo de los dos países, aunque pasó de puntillas por la guerra de Chechenia, a la que dedicó el calificativo de "cruel". También abogó por el mantenimiento de los acuerdos sobre misiles con Rusia, aunque sin dejar de desarrollar nuevos sistemas de defensa mientras se exploran acuerdos con Corea del Norte para que deje de ser una amenaza. Esto lo completó con una petición de consenso para que se ratifique en el Congreso el Tratado de Prohibición de Pruebas Nucleares.

Irak y Milosevic

En contra de la tradición y en línea con la imagen de estabilidad internacional que transmitía, Clinton sólo empleó seis palabras para hablar de Irak. El único enemigo con nombre propio fue el serbio Slobodan Milosevic, aunque de esa guerra sólo destacó el hecho de que se ganó "sin que se perdiera la vida de un solo estadounidense en combate".

Los mejores elogios fueron para China. Clinton pidió al Congreso apoyo para que las puertas de la Organización Mundial de Comercio se abran a Pekín, lo que "contribuirá al asentamiento de la paz en Asia y promoverá el cambio en China". No hubo mención a la situación de los derechos humanos.

Clinton tampoco escondió cierta vanagloria por el papel de EEUU en los procesos de paz de Oriente Próximo e Irlanda del Norte, y destacó su aportación para lograr una frágil estabilidad en Timor Oriental y en varios países de África. También se adjudicó un papel relevante en la mejora de las relaciones entre Grecia y Turquía e India y Pakistán.

Hubo finalmente una mención especial para Colombia por su trabajo en la lucha contra el narcotráfico. Clinton agradeció a republicanos y demócratas la disposición a escuchar al presidente de Colombia, sobre la necesidad de invertir dólares en la batalla contra el tráfico de droga, y pidió más ayudas en ese sentido "para proteger vidas humanas en ese país y las vidas de nuestros niños". De esas ayudas, aseguró Clinton, depende "la estabilidad a largo plazo de nuestro país y la situación en América Latina".