Los testigos desmontan la versión del acusado por el crimen de Ulldecona
La versión de Ramón Barranco, único acusado por la muerte de María del Carmen Castells hace 18 años en Ulldecona, según la cual el suceso se originó por "una broma" que un grupo de amigos pretendió gastar a la víctima en la que "se les fue la mano", se desmonta según transcurre el juicio. Aunque ayer los testigos de la defensa definieron a Barranco como una buena persona, los testimonios en su contra, con diversas acusaciones de agresión sexual, suponen un verdadero cerco al acusado, cuya coartada está siendo desmontada.
Los dos amigos de Ramón Barranco a quienes éste involucra -junto con otros dos más, ya fallecidos- en la comisión del asesinato alegaron en el juicio que se sigue en la Audiencia de Tarragona coartadas firmes y desmontaron la versión del acusado. Mientras que Vicente Bosch explicó que aquella noche de carnaval se había desplazado hasta Vinaroz, José Antonio Fornós aseguró que, por falta de dinero, no había acudido a la fiesta del pueblo y que se retiró pronto a dormir a su casa, acompañado de su mujer y su hijo de corta edad.El tribunal pudo escuchar también la versión de la mujer de uno de los amigos de Barranco fallecidos a quien éste involucra también en el asesinato. Manuela Serra, esposa de José María Quintana, alegó que su marido y el acusado habían discutido muchos años antes de la comisión del crimen y que por entonces habían dejado de tener relación. La importancia del testimonio de Serra radica asimismo en que aseguró que su marido había dado de baja en 1977 el coche que poseían, un Simca 1.000 de color rojo, mientras que Barranco aseguró que éste fue el vehículo en el que trasladó el cadáver de la joven tras el crimen, ocurrido cinco años después. El tribunal escuchó asimismo el testimonio del padre de la víctima, Jeroni Castell, ex alcalde de Ulldecona, quien reclamó justicia "después de un asesinato tan brutal".
La defensa de Barranco, ejercida por Tomás Gilabert, llamó a declarar a la actual compañera sentimental del acusado, Margarita Verge, quien aseguró que de haber sido éste una persona violenta, "no estaría con él". El testimonio de Verge contradice el de las numerosas personas conocidas de Barranco que han testificado que éste tiene un comportamiento agresivo, sobre todo cuando bebe.
El juicio por la muerte de María del Carmen Castell continuará hoy con la escucha de las grabaciones de conversaciones telefónicas practicadas por la Guardia Civil a las hermanas y la madre del acusado, en las que se evidencia el papel encubridor que asumieron durante los 18 años en los que el crimen ha estado sin resolver.
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