_
_
_
_
Tribuna:
Tribuna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las tribunas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

A beber

Soy una perfecta imbécil. O una ilusa, como ustedes prefieran. O las dos cosas, qué más da. El caso es que iba yo caminando confiadamente hacia uno de mis quioscos predilectos (tengo uno para los diarios y otro para las revistas; con el vendedor del primero hablo de climatología y de perros; con el del segundo, de cine y política), cuando vi de refilón una de las noticias que aquel día algún cotidiano (creo que éste, para qué les voy a engañar) había decidido destacar. "España acapara el catálogo de martinis del siglo XX", leí. Me puse como una moto. Eufórica. Llena de confianza, por fin, en mi país. Martini, en su modalidad dry, imaginé, llena de sensaciones encontradas (¿limón, aceituna?).Cuando tomé el apreciado ejemplar entre mis guantes, comprendí que no sólo necesito reajustar mis gafas a mis dioptrías reales sino, sobre todo, un mayor acoplamiento de mi ser íntegro a la realidad propiamente dicha. Pues lo que el titular decía -mejor dicho, rezaba- era que "España acapara el catálogo de mártires del siglo XX". Hay que giodersi, que diría Giordano Bruno.

Ahora que estaba a punto de reconciliarme con la idea de ir al cielo, dado que según el Papa no existe, resulta que, en el suponer de que una parte de mí hubiera actuado santamente (hace décadas que mis manos no se hablan, así que igual la derecha ha estado distribuyendo bondades mientras la izquierda iba a lo suyo), mi almita veríase obligada a transitar por entre una verdadera aglomeración de mártires de la cruzada pillados en hora punta. Se me circuncidan los pelos, sólo de pensarlo.

Y soy doblemente tonta porque tenía que habérmelo figurado. Desde hace poco, se repiten por doquier términos antiguos y muy propios de la carcundia nuestra. Honor, valor, conquista de América (Rodríguez Galindo dixit), "héroes de España" (el ex guardia civil Velázquez Soriano ha dicho). Y luego está el detalle de la bufanda de José María Aznar. Esa bufanda bien anudada, disciplinadamente ceñida al cuello, que el presidente luce en invierno, símbolo sin duda de un hombre de bien de los que llenaban de orgullo a las madres de antaño.

¿También querrá convertirnos en mártires? Por si acaso, ya me estoy preparando una jarra de dry martinis.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_