La Comisión abre la puerta a una Europa de dos velocidades

La Comisión Europea propuso ayer suavizar los mecanismos legales que permiten que un grupo de países pueda avanzar en la integración europea sin arrastrar al resto para superar el "riesgo potencial" de que la ampliación al Este diluya la Unión Europea (UE). Bruselas se alinea así con las tesis lanzadas por el ex presidente de la Comisión Jacques Delors en defensa de que un núcleo duro de países garantice la supervivencia de la actual UE.

Los comisarios proponen también implantar el sistema de doble mayoría simple en las votaciones del Consejo y la extensión del voto por mayoría cualificada, pero no hacen una propuesta concreta sobre la reforma de la Comisión. El colegio de comisarios aprobó un documento político que resume sus propuestas sobre la reforma del Tratado de Amsterdam. El documento supera el mandato aprobado por el Consejo Europeo de Helsinki al mantener una propuesta de reforma que va más allá de los tres flecos que quedaron pendientes en las negociaciones de Amsterdam: reforma de la Comisión, extensión de la mayoría cualificada y reponderación del voto en el Consejo de Ministros.El equipo del presidente de la Comisión, Romano Prodi, se ha decantado al final por las propuestas más europeístas en un texto que parece destinado a no gustar al Gobierno español. Propone que para obtener la mayoría cualificada en las votaciones del Consejo de Ministros baste con tener el apoyo de la mitad más uno de los Estados de la Unión siempre y cuando entre todos éstos representen la mitad más uno de la población. Con ese sistema a Alemania le bastaría el apoyo de dos de los otros tres grandes países (Francia, Italia y el Reino Unido) para bloquear una decisión. Pero esos tres países necesitarían el apoyo de España o de Holanda para formar esa minoría de bloqueo.

La Comisión se pronuncia también a favor de flexibilizar el llamado mecanismo de cooperaciones reforzadas, el sistema introducido en el Tratado de Amsterdam para que un grupo de países pueda avanzar en la integración europea sin tener que esperar a que todos los demás puedan o quieran seguirles el paso.

El actual tratado permite que un solo país pueda vetar esa iniciativa y exige que al menos la mitad más uno de los socios puedan constituir una cooperación reforzada. La Comisión de Prodi propone eliminar ese derecho de veto y reducir a un tercio de los socios el número de participantes.

Los comisarios no se pronuncian sobre la reforma de la Comisión y dejan la puerta abierta a dos alternativas: que haya un solo comisario por país (con lo que los cinco grandes, incluido España, perderían uno de los dos que tienen ahora) o que se fije en 20 el número de comisarios para siempre. Pero en este caso con la garantía de que todos los socios roten para asegurar los mismos derechos a los pequeños y grandes.

Los comisarios defienden, como siempre, que las decisiones por mayoría cualificada sean la norma y el derecho de veto la excepción y limitado a unos pocos casos como las decisiones que afectan al equilibrio institucional o a fiscalidad y seguridad social (salvo en las medidas que afectan al mercado interior).

El resto de la propuesta no ofrece grandes sorpresas. En el Parlamento Europeo se propone estudiar la posibilidad de elegir un cierto número de diputados en listas presentadas en el conjunto de la UE. En el Tribunal de Justicia se propone adoptar reglas relativas a los procedimientos judiciales penales de fraudes transnacionales en particular mediante la institución de un procurador europeo. Y en el Tribunal de Cuentas la Comisión defiende que haya un tope de 12 miembros con mandatos de seis años no renovables.