La Noche Mediterránea pone fin a las actuaciones españolas en el Midem
El Midem de Cannes, la más importante cita de la industria discográfica, llega hoy a su fin tras cinco días de movimiento y la persistente incertidumbre sobre el desarrollo del sector. Pero hay algo que seguirá su propio camino y eso es la música y el entusiasmo por las actuaciones en directo. Anoche le tocó el turno a Maria del Mar Bonet, Lluís Llach y Nilda Fernández que, con la Noche Mediterránea, pusieron fin a los conciertos españoles.
No ha pasado inadvertida la propuesta española este año en el Midem. Los conciertos de Macaco y Ska-P, los de Eliades Ochoa y las Hermanas Ferrín, el de Carlos Núñez -que llevó como invitado a Carles Benavent y la cantante flamenca de Barcelona, Luna- fueron capaces de llenar los recintos donde estaban programados y hacer bailar, cada uno en su ritmo, a varios miles de personas en total. Anoche les tocaba el turno a los catalanes agrupados bajo el título de la Noche Mediterránea."Se puede decir que pertenecemos a los países catalanes, pero nos sentimos muy cómodos agrupados bajo el signo mediterráneo, porque es algo que fluye en cada una de nuestras historias", dijo Lluís Llach en la presentación del concierto. "Somos músicos muy abiertos a las influencias y cualquiera puede arrancarse en un blues esta noche".
"Representamos un Mediterráneo muy nuestro", añadió Maria del Mar Bonet . "Para mí hay muchas Mallorcas: la catalana, la mediterránea y la africana. Lo que quisiera es apartar la idea de Baleares como recipiente de turismo y fortalecer la de la existencia de una cultura propia".
Nilda Fernández, nacida en Barcelona pero de nacionalidad francesa, se definió de otra manera. "Mi país es la canción. Uno debe sentirse adoptado por el lugar donde elige vivir, pero los mundos que creamos al componer y al cantar son a los que realmente pertenecemos. Humanamente nací en Barcelona, pero artísticamente nací en Francia, fue aquí donde descubrí la chanson y fue eso lo que me dio ganas de cantar".
Primeras influencias
Maria del Mar Bonet reconoció en esta afirmación sus primeras influencias: "Nosotros empezamos también a cantar inspirados por la canción francesa: Leo Ferré, Brasens y otros de esos cantantes, pese a ser de la otra ribera del Mediterráneo". A lo que Marina Rossell puntualizó: "Yo no, a mí me influyó más la música italiana y la portuguesa. La canción francesa la descubrí mucho después. Lo que de alguna manera afirma que ser catalán no significa una limitación, que nos sentimos muy mediterráneos".
La noche del miércoles, además del concierto de Carlos Núñez, los canadienses Bottine Souriante y los bretones Wig A Wag, en la que el gallego se llevó los mejores aplausos, también tuvo otros protagonistas que fueron capaces de abarrotar el salón Ambassadeurs en el Palacio de Festivales de Cannes. Un cartel de música africana encabezado por los senegaleses Youssou N'Dour, Cheikh Lô y el joven cantautor El Hadj N'Diaye, además del bajista camerunés Richard Bona, dio buena muestra de la vitalidad de estos artistas.
