El PP se felicita de que el PSOE abandone el centro político por una "confusión" que "castigarán" las urnas

La primera reacción del PP a la oferta de Joaquín Almunia a IU fue para subrayar la "confusión" en la que los populares ven a los socialistas en los últimos tiempos. El portavoz del Gobierno, Josep Piqué, empezó por destacar que el PSOE ofrece así a los ciudadanos una propuesta "cada vez más confusa, heterogénea y difícil de entender". Y aprovechó para augurar que los votantes "castigarán" ese mensaje en las urnas y premiarán, por contra, las ideas "claras y nítidas" del PP. Piqué argumentó sus críticas en que desde el PSOE unas veces se emite un discurso "pretendidamente de izquierdas" y otras "pretendidamente de centro". También aventuró que ni los simpatizantes de IU entenderán esa iniciativa ni la compartirán los votantes nacionalistas de CiU y PNV si se pretende implicarles en un futuro Gobierno.Estas ideas repitieron ayer miméticamente otros miembros del Gabinete y del partido que preside José María Aznar. El jefe de campaña del PP, Mariano Rajoy, ironizó sobre la escasa "capacidad de convicciones y de programa" de un PSOE que se presta a renunciar a lo que sea con tal de que no gobierne Aznar. El vicepresidente primero, Francisco Álvarez Cascos, remachó la presunta "debilidad" de las siglas del PSOE para vencer en solitario e hizo un juego de palabras para comparar la CEDA (Confederación Española de Derechas Autónomas) con "la CESA de Almunia, la Confederación Española de Socialistas Autónomos". "Cuando uno está tan necesitado de los apoyos de los demás en su estrategia electoral hay ya el reconocimiento de una debilidad importante. El POSE ha decidido que con sus propias fuerzas no tiene posibilidades de obtener un buen resultado y está intentando hacer una agrupación de fuerzas", aseguró Álvarez Cascos.

Ángel Acebes reprochó a Almunia querer "convertir al PSOE de la casa de la izquierda en la casa de los líos" por la diversidad de los pactos que propone y que podrían abarcar a formaciones independentistas como Esquerra Republicana de Catalunya y a federalistas como IU. Acebes opinó que Almunia, "con esta ensalada de opciones", corrobora que "le vale todo y carece de un proyecto para España". También concluyó que el PSOE se arriesga a un "castigo electoral" y que IU correría "peligro de desaparecer".

Al portavoz oficial del PP, Rafael Hernando, se le ocurrió comparar el plan de Almunia con una "OPA hostil que busca la desaparición y destrucción" de IU. Hernando se congratuló incluso de un hipotético beneficio para el PP de esa alianza. Porque entiende que evidencia que el PSOE "renuncia definitivamente al centro político moderado", "se abraza a la izquierda radical" y deja a "un amplio electorado desconcertado" con la única opción de votar al PP.

Ante estas reacciones de los dirigentes del PP, el diputado socialista Jesús Caldera afirmó que han reaccionado "con nerviosismo" a la oferta lanzada por Almunia: "La prueba del nueve de que este acuerdo puede ser positivo para la mayoría progresista es que ha escocido al PP y a sus dirigentes".