AEROLITO POR MENSAJERO
Dos vecinos del pueblo conquense de Mira, Ángel Moya y Amelia Martínez, guardan desde hace una semana un aerolito en el congelador de su casa, y ya no saben qué hacer con él porque los responsables del Centro Superior de Investigaciones Superiores todavía no han ido a recogerlo. Desde que Ángel encontró un enorme trozo de hielo en un descampado del pueblo, tanto la Guardia Civil como el alcalde de Mira, Fernando Nieto, le aconsejaron que se lo guardara en casa hasta que el CSIC decidiera su destino. Siete días después, los responsables del Instituto del Hielo, tras la insistencia del regidor de Mira, han dicho que manden el supuesto aerolito por mensajería, en una nevera portátil. Como no considera que se esté tomando demasiado en serio el asunto, Fernando Nieto va a pedir consejo sobre qué hacer al matrimonio que custodia la que ya se ha convertido en "la joya del pueblo", un aerolito al que el alcalde tiene pensado dejar en una urna para su exhibición pública.- ,
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