El Síndic detecta indicios de adjudicaciones a dedo en los hospitales fiscalizados
Los hospitales de la red pública fraccionan los contratos con sus proveedores para evitar sacar los expedientes a concurso, según los indicios observados por la Sindicatura de Cuentas. Ésta es una de las conclusiones extraídas de la fiscalización del funcionamiento de tres hospitales valencianos en 1998. A esta práctica se suman recomendaciones para evitar el "crecimiento muy significativo" de las obligaciones no reconocidas (gasto fuera de presupuesto) del capítulo dos.
El informe de la Sindicatura de Cuentas es reincidente en los indicios -o deducciones- de fraccionamiento. El Síndic examina en su informe de 1998 la gestión de tres hospitales de distintos tamaños, el Hospital Clínico de Valencia, el Universitario de San Juan de Alicante, y el Comarcal de Vinaròs, en el apartado de la Fiscalización del Servicio de Asistencia Sanitaria de la Consejería de Sanidad. En los tres casos se registra la existencia de distintos contratos con el mismo proveedor, en numerosas ocasiones incluso de productos idénticos y en fechas cercanas, de lo que "se deduce la existencia de fraccionamiento para evitar la tramitación de un expediente de contratación". En el caso del Clínico, el Síndic ha detectado cuatro facturas "por conceptos muy similares" por más de cinco millones de pesetas en total y otras cinco facturas por importe conjunto de más de ocho millones de pesetas "de un mismo proveedor y numeración correlativa". Se da la circunstancia que durante el periodo fiscalizado -el año 1998-, al frente del Hospital se encontraba el actual director general para la Calidad, Evaluación y Modernización de los Servicios Asistenciales, Joaquín Ortega.De igual forma, en el Hospital de San Juan se registra un caso de emisión de 24 facturas de material sanitario en las que 18 son del mismo proveedor y ocho son el mismo producto -jeringas- por un importe global de más de 12 millones de pesetas. El centro de Vinaroz tampoco se libra de esta práctica: "Se han detectado nueve facturas del mismo proveedor, fechas próximas y conceptos coincidentes".
El informe destaca el elevado aumento de la deuda hospitalaria
El informe de la Sindicatura se detiene en la gestión que realizan los tres hospitales analizados. El análisis destaca un "crecimiento muy significativo" de las obligaciones no reconocidas -es decir los gastos que desbordan el presupuesto- de los tres centros en el capítulo de gastos de funcionamiento. El caso del Clínico es especialmente destacado. El documento recoge un aumento de la deuda generada que crece de 732 millones de pesetas en 1997 a 1.715 millones de pesetas, casi 1.000 millones de desajuste presupuestario. Si la deuda en el Clinico se ha duplicado, en el caso del Hospital San Juan de Alicante prácticamente se ha triplicado, al pasar de 161 millones a 455 millones de pesetas. En el caso del centro de Vinaròs el aumento pasa de los 41millones a más de 68. El informe, a raíz de "las explicaciones obtenidas de los responsables de los centros", atribuye el crecimiento del gasto al incremento de los costes y el número de los tratamientos oncológicos y contra el sida. Todo ello "evidencia una insuficiencia presupuestaria significativa".Otro de los puntos en los que incide el Síndic es en la extralimitación de sus funciones que realizaron los directores de los hospitales San Juan y de Vinaròs en la contratación del servicio de cocina y reparto de comidas por contratos de 709 y 86 millones de pesetas respectivamente. Ambos ignoraron la órden de la Consejería de Sanidad que limita a 80 millones la competencia para la contratación de directores de centros sanitarios.
Industria farmacéutica
Los propios hospitales del Servei Valencià de Salut parecen ignorar las campañas de promición de medicamentos genéricos -aquellos compuestos genéricos sin marca comercial y, por ello, más baratos- que promueve la misma Administración. El informe destaca que en los tres hospitales "la mayoría de adquisiciones lo son de marcas de laboratorios en detrimento de los principios activos".
Las relaciones de los centros con la industria farmacéutica es objeto de diversos comentarios del Síndic. Por un lado, denuncia que la adquisición de productos se realiza "sin observar límites cuantitativos" establecidos por la Ley de Contrataciones de las Administraciones Públicas "ya que todas las compras se gestionan como suministros menores aunque se superen los límites". El informe va más lejos al señalar un curioso fenómeno: los servicios de farmacia de los hospitales utilizan para gestionar los almacenes "versiones diferentes de una aplicación informática desarrollada por un laboratorio farmacéutico". Más sorprendente es que el programa que genera el flujo de documentos y pedidos se limita a enumerar los productos y la cantidad "pero no ejerce un control eficaz sobre los precios", por lo que obliga a "recalcularlos" . El Síndic recomienda, para evitar que se prolongue esta situación, el desarrollo de aplicaciones propias adaptadas a las necesidades de los servicios de farmacia de los hospitales que permita que se integren en el sistema general de información económica.
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