"Los aljibes del Parque Natural de Cabo de Gata se están cayendo"

Se define a sí misma como artesana, orgullosa de su oficio tras su paso por la Escuela de Artes Aplicadas y Oficios Artísticos de Almería, tal y como gusta llamar tras formarse allí en varias disciplinas. Para María Abad (Almería, 1958) artesanía y ecología son una misma cosa. Reside desde hace casi 20 años en el anejo de Pozo de los Frailes, perteneciente al municipio de Níjar, dentro del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar. Desde entonces, se nutre del Parque para moldear piezas únicas en cerámica. Abad ha sabido imprimir diseño y exclusividad al típico souvenir demandado por los miles de turistas que visitan a lo largo del año el paraje. A esto se une su labor como promotora de la arquitectura histórica del lugar. Las piezas que esta artesana reproduce en barro cocido son auténticas piezas etnográficas con forma de molinos, aljibes, cortijos o norias.Pregunta. ¿Cuál es la barrera que diferencia sus creaciones de las obras de arte?

Respuesta. Fundamentalmente está en que no hice Bellas Artes y me considero artesana. Busco hacer una cerámica creativa que sirva para que la gente disfrute viéndola. A esto se añade el hecho de que desde que vivo metida en el parque, el contacto con él ha influido mucho a la hora de hacer piezas.

P. ¿De qué manera influye?

R. En el sentido de que las hago pensando en algo muy especial. O sea, la gente viene y queda fascinada por el paraje y yo intento transmitir esa fascinación en el recuerdo que se llevará para siempre, ya sea con un indalo, un cuenco o una jarra que emanan la idiosincrasia del lugar.

P. ¿Se promociona lo suficiente la artesanía en el municipio?

R. Todo lo contrario. En el municipio de Níjar no se protege la cerámica tradicional ni impulsan otro tipo de cerámica. Algo chocante y decepcionante, ya que los artesanos del lugar estamos totalmente ignorados. Se supone que al final de una visita, la gente quiere un recuerdo y eso es comercio. Al menos a Turismo debería de importarle.

P. Sus piezas sobre arquitectura popular revelan aspectos de la lucha de subsistencia en el parque...

R. Fue la Agencia de Medio Ambiente la que me hizo el primer encargo sobre edificación popular. Entonces me di cuenta de que había un trabajo por hacer: recuperar la arquitectura y el pasado que tenemos ahí. Hace veinte años había una cantidad increíble de aljibes y ahora la mayoría se están cayendo. Son tan frágiles que se van a perder. La noria del Pozo de los Frailes es la única cosa que han restaurado en todos estos años. Los molinos también se desmoronan. Antes de que ocurra esto intento difundir el gran ingenio y la razón de ser de estas construcciones.