Móstoles y una empresa deben pagar 60 millones por un accidente mortal

La Audiencia de Madrid ha condenado a dos técnicos del Ayuntamiento de Móstoles y a un ingeniero de obras de la empresa Entrecanales y Tavora, SA, a pagar 60 millones de pesetas a la viuda e hijos de un albañil que perdió la vida al caerse de uno de los andamios que se utilizaron para la construcción del Conservatorio de Música de Móstoles. En el accidente, ocurrido el 20 de septiembre de 1994, falleció el operario Santiago Pasamontes Hervás, de 47 años, que dejó viuda y dos hijos.

La sentencia, que ya es firme y ratifica otra anterior dictada por un juzgado de Móstoles, establece que no se guardaron las mínimas condiciones de seguridad durante el desmontaje del andamio del que se cayó el trabajador. Aparte de la indemnización (30 millones para la viuda y otros 30 para los dos hijos del matrimonio), el tribunal impone una condena de seis meses de cárcel por imprudencia temeraria para el ingeniero de Entrecanales y Tavora, SA, Fernando Encinas Duval, y sendas multas de 75.000 pesetas para el arquitecto y director de la obra del conservatorio, Carlos de la Guardia, y para el aparejador Ángel Fernández.

Las obras del conservatorio fueron adjudicadas por el Ayuntamiento de Móstoles a Entrecanales en 1992. Esta empresa, a su vez, subcontrató el desmontaje de unos andamios con Acrow Ibérica, SA, para la que trabajaba el operario fallecido.

No obstante, el Ayuntamiento de Móstoles, y de ahí su condena como responsable civil subsidiario, se reservó en todo momento la dirección de la obra del conservatorio, tarea para la que contrató al citado arquitecto. "Cada uno de los tres condenados dispone de una póliza de seguro que cubre 10 millones de pesetas, lo que suma 30 millones; los otros 30 millones tendrán que abonarlos, a partes iguales, el Ayuntamiento y Entrecanales", explicó ayer Rafael Morillo, abogado de la viuda del operario.

Los jueces aseguran que el desmontaje se efectuó en condiciones precarias, ya que, en algunos momentos de la tarea, los trabajadores tenían que desplazarse sobre el andamio sin ningún tipo de anclaje. El trabajador perdió el equilibrio y cayó al vacío por la parte interior del andamio, y falleció en el acto tras golpearse la cabeza con uno de los hierros.

La sentencia señala que el hecho de que Entrecanales subcontratara con otra empresa el desmontaje del andamio "no es óbice para que el jefe de obras, el aparejador y el arquitecto quedaran dispensados de su deber de controlar que tal actividad se desenvolvía" con la seguridad exigible. Una obligación de cuidado que recaía especialmente en el jefe de las obras, que fue "el redactor del plan de seguridad" y quien, "como presidente del comité de seguridad, era el máximo responsable de que el plan se cumpliera". "Omitió, pues, dar instrucciones de seguridad y no intervino al ver que los operarios desmontaban el andamiaje de manera inidónea", señala el tribunal.