El PNV propone un Consejo de partidos nacionalistas para impulsar el soberanismo
Una vez constatado el giro soberanista del PNV, ratificado en su Asamblea General del pasado fin de semana, la formación que dirige Xabier Arzalluz revalidó ayer la oferta lanzada en diciembre, horas antes de concluir la tregua de ETA, a HB y EA para contrastar los diferentes proyectos para el futuro de Euskadi. De hecho, la ponencia política de la reciente Asamblea propone crear un Consejo de partidos nacionalistas para desarrollar proyectos que impulsen "progresiva y eficazmente la construcción de la nación vasca".
Con todo, el propio portavoz de la dirección peneuvista, Joseba Egibar, precisó que ese futuro órgano está aún en "fase preliminar", ya que aún hay que contrastar todos los proyectos políticos. El PNV está a la espera de que HB profundice en su propuesta para el futuro de Euskadi y culmine en febrero su debate interno y la elección de la nueva Mesa Nacional. En ese sentido, el portavoz peneuvista Joseba Egibar consideró "absolutamente necesario" que los partidos discutan sobre sus proyectos y pidió a las demás formaciones, nacionalistas o no, "altura de miras y poso democrático" en ese proceso de contraste. Arzalluz indicó que los que se asustan ante el proyecto político, abiertamente soberanista del PNV, "o tienen mala intención o no son demócratas, porque el PNV no es el que decide, decide la gente".
Pero el veterano dirigente volvió a subrayar una de sus fijaciones: la falta de igualdad de oportunidades para exponer y llevar adelante todos los proyectos, en gran medida, según él, por la concentración de los medios de comunicación, bien bajo el paraguas del Gobierno o de otros grupos privados. "Yo no sé si hasta ahora ha habido condiciones democráticas en este país, en el Estado español, de igualdad de oportunidades. Y no sé si las hay, si es un Estado democrático", reiteró.
El presidente del PNV despejó ayer una duda que ha venido asaltando tanto a la clase política no nacionalista como a periodistas y observadores de los movimientos en el panorama vasco. Para el PNV, la apuesta sin reservas por el derecho de autodeterminación dentro de un proceso dinámico que finalice con una consulta ante la sociedad no es una prioridad. Lo dijo ayer en una rueda de prensa Arzalluz, quien precisó que "no es un tema urgente" y que en "un periodo de tres o cuatro años" no contemplan la posibilidad de promover una consulta. "No nos preocupa ese problema en un plazo previsible", dijo expresamente.
Más interesado se mostró el presidente de los peneuvistas en lograr que la próxima legislatura sea la de los encuentros y, "ojalá, la de los cuerdos, ese es el camino y no los tiros y los palos". Reiteró que probablemente, en materia de pacificación, si el Gobierno de José María Aznar hubiera acompañado con una política más abierta los "esfuerzos" realizados por su partido para conseguir la tregua, el escenario sería ahora muy diferente. "Y no estaríamos esperando una acción de ETA", reprochó al Ejecutivo central.
Arzalluz considera que lo realmente nuevo en estos últimos dos años no es el giro del PNV, sino el hecho de que los miembros de HB "trabajen en el Parlamento y en las instituciones". Como dijo el lehendakari, Juan José Ibarretxe, y recordó el dirigente nacionalista vasco, " todos los electos jugamos en el mismo campo". Y a juicio de Arzalluz, tampoco es posible que, en ese novedoso escenario político, "desde la grada se dispare al árbitro o a alguien del equipo contrario", en clara alusión a que la actividad terrorista de ETA sobra en estos momentos de clara apuesta por las vías políticas.
Críticas al líder del PP
Ya en clave electoral, el presidente del PNV destacó ayer la "habilidad" del candidato del PSOE, Joaquín Almunia, por no cerrar puertas a posibles pactos si gana las elecciones, mientras que calificó de "primer y grave error" de José María Aznar en la precampaña su rechazo a un acuerdo con CIU o el PNV tras los comicios. Arzalluz advirtió a Aznar que no puede utilizar ahora la "veta antinacionalista" y pretender después que, por determinadas ofertas, los partidos nacionalistas vayan "como las gallinas a comerle el maiz en la mano".
Arzalluz recordó ayer a Aznar que para pactar "no hay otros especímenes políticos" distintos de CIU y el PNV, al tiempo que le criticaba por descartar de antemano el pacto con los nacionalismos periféricos, pese a saber que, si gana las elecciones, no tendrá mayoría suficiente para gobernar en solitario.
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