El empleo centra las promesas electorales de los aspirantes

Aunque el candidato de la derecha, Joaquín Lavín, hizo más promesas al electorado que el aspirante socialista, Ricardo Lagos, ambos han coincidido en su principal oferta: la creación de empleos, el tema que más preocupa, según las encuestas, a los ocho millones de votantes chilenos.En 1999, la economía chilena tuvo su primer tropiezo después de 15 años de crecimiento ininterrumpido, con una caída estimada del PIB de un 0,5%, mientras se elevaba la tasa de desempleo desde el 6% hasta el 12%, que sitúa a unas 670.000 personas en paro. Aunque la economía chilena ya se encuentra en una fase de recuperación y este año crecerá más de un 6%, el desempleo se seguía situando a finales del año pasado en un 10%.

El paro parece haber sido la principal causa de la pérdida de votos del candidato de la coalición gobernante. Para afrontar esta situación, Lagos ha prometido crear 200.000 empleos este año, gracias al ritmo de la reactivación, y ha ofrecido mantener los programas de empleo temporal que inició el Gobierno en 1999, que favorecen a 110.000 personas. En los siguientes ejercicios, dijo Lagos, se crearían unos 100.000 empleos anuales.

Lavín, por su parte, ha ofrecido otorgar un subsidio a los pequeños y medianos empresarios y agricultores que contraten trabajadores en los primeros seis meses de su eventual gobierno, y también ha prometido mantener los empleos temporales.

El "ofertón" de Lavín

Lagos ha criticado el ofertón del candidato de la derecha pinochetista, a quien ha acusado de populista. Cada vez que Lavín visitaba una ciudad adquiría un compromiso nuevo, algunos de los cuales no figuraban en su programa de medidas de gobierno.

En materia de promesas, el candidato opositor, un neoliberal formado en la Universidad de Chicago, fue paradójicamente mucho más generoso que el aspirante socialista, de la escuela keynesiana. El equipo económico de Lagos reprochaba entonces al candidato de la derecha que iba a tener que hacer una reforma tributaria para recaudar más impuestos si quería cumplir su programa.

La delincuencia fue otro de los temas que Lavín puso en el eje de su campaña. Acusó al Gobierno y, tras prometer mano dura, defendió que se deniegue el beneficio de la libertad bajo fianza a los reincidentes en la comisión de delitos grave.

Lagos, en cambio, propuso atacar la delincuencia con una mezcla de eficacia judicial y rigor policial. En uno de los puntos novedosos de su campaña por televisión en la segunda vuelta, Lagos anunció que sería implacabe con los delincuentes.