Arzalluz dice que el problema vasco ya es europeo porque afecta a más Estados "que el de Aznar"
El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, dio ayer un salto en la proyección internacional del conflicto vasco. Tras ser reelegido para el cargo por unanimidad, aseguró que, desde que su partido demanda la incorporación de las provincias vasco-francesas a una futura Euskadi que incluya a Navarra, el problema es europeo porque afecta a más Estados "que el de Aznar". Arzalluz dijo que los vascos quieren "ser libres" en este siglo, que calificó como "el de las liberaciones", y pidió unidad para afrontar el reto soberanista. A los reticentes con la nueva etapa les pidió calma porque si el PNV se equivoca, puede rectificar.
Arzalluz compareció en el Palacio Euskalduna con su viejo cargo recién estrenado y más grande que nunca. Una pantalla de diez por diez metros amplificó su imagen en el inmenso auditorio del Palacio de Congresos de Bilbao. Con una escenografía moderna, el presidente del PNV, que según anunció no volverá a presentarse a la reelección, subió al escenario bajo un cañón de luz y en medio de una gran ovación de quienes unos minutos antes habían apostado por su permanencia otros cuatro años más."El presidente [de la ejecutiva nacional, el Euzkadi Buru Batzar] no es ni Dios ni el poder, es una referencia", dijo a los presentes, y acto seguido, durante casi 90 minutos, argumentó la apuesta política y estratégica del PNV para los próximos cuatro años. La ponencia política, que integra también el anexo Reconocimiento del ser para decidir, persigue el reconocimiento del derecho de autodeterminación en los entramados legales del País Vasco, España y Francia, para que sus ciudadanos de los territorios vascos puedan decidir si constituyen una entidad política independiente.
Arzalluz explicó que ese salto en las demandas nacionalistas convierte al problema vasco en un problema de organización interna de al menos dos Estados, Francia y España. "En la conciencia nacionalista práctica ha entrado claramente el concepto de que esto no es solamente un problema español, porque hay vascos que no están bajo la Constitución del señor Aznar", afirmó. Vascos a los que, según dijo, el PNV no les puede dar la espalda. Precisamente, la ponencia de estatutos que fue aprobada ayer contempla la participación de los vasco-franceses del PNV en sus órganos de decisión.
Sin embargo, Arzalluz advirtió de que el proceso no va a ser fácil y describió, a través de su diagnóstico de la actualidad, los principales problemas y obstáculos para conseguir la soberanía. Desde ETA y la kale borroka (violencia callejera), hasta el "inmovilismo" del Gobierno del PP.
Arzalluz es consciente de las serias dudas que ha suscitado el giro al esencialismo nacionalista que supone convertir en estratégica una revindicación que hasta ahora había sido testimonial, como la unidad territorial. Por eso, a quienes más recelan del viraje de su partido les lanzó dos mensajes. A los "estatutistas o autonomistas" les informó de que a partir de ahora Euskal Herria "está integrada por siete territorios". Pero al final tuvo para ellos unas palabras de aliento y advertencia a la vez. "Si estamos equivocados, volveremos al otro camino", les dijo tras hacer un llamamiento a la unidad, por encima de las discrepancias incluso personales. En ese punto llegó incluso a invocar al fantasma de la escisión de Eusko Alkartasuna, como un referente de lo que "ni debe ni va a volver a pasar". Y eso a pesar de la unanimidad con la que fue aprobado el documento de estrategia política.
Aznar y Almunia
Las críticas al presidente del Gobierno, José María Aznar, constituyeron otro de los polos del discurso del líder del PNV. Le acusó de utilizar la Constitución y el Estatuto como armas arrojadizas, "para pararnos los pies y vender a la vez a los españoles su Agustina de Aragón". Y también de haber lanzado una especie de cruzada nacional en la que el Estado de derecho se está convirtiendo en "un Estado de derechas". Para Arzalluz, Aznar ha perdido todo el crédito que tenía por desaprovechar los 14 meses de la tregua de ETA para consolidar la paz. "Al menos Felipe González tenía claro que esto se arreglaba en una mesa de conversaciones con ETA", señaló, confirmando el acercamiento en las relaciones entre el PNV y el PSOE que se ha abierto tras la entrevista con Joaquín Almunia.
En otro momento, Arzalluz arremetió contra ETA y llegó a acusarla de actuar como un aliado del PP. "Hoy ETA ayuda al otro [al Gobierno] y estorba al proceso de paz", dijo. "Si hacen un atentado les dan las elecciones al PP. ¿Pero es que son autistas?"
Pese a justificar la colaboración con HB, marcó distancias: "Intentaron llevarnos al huerto, pero el PNV es mucho PNV".
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