La gripe comienza a remitir tras alcanzar su incidencia máxima la pasada semana

El brote de gripe iniciado en diciembre pasado alcanzó su máxima incidencia en Euskadi la semana pasada con una tasa de 656 casos por cien mil habitantes, seis más que la anterior, según Sanidad. Así, los servicios de asistencia primaria de centros de salud y ambulatorios y las urgencias hospitalarias atendieron la semana del 3 al 9 de enero a más de 13.000 nuevos pacientes diagnosticados de gripe. Se trata de unos parámetros similares a la anterior temporada gripal. Sanidad cree que lo peor de la epidemia ha pasado y que comenzará a remitir a partir de esta semana.

La gripe que este invierno azota Euskadi no presenta rasgos específicos que la hagan más agresiva de lo normal. En los casos diagnosticados se ha detectado el clásico virus tipo A, al igual que en todos los países del entorno. La única diferencia de la evolución de la gripe este año en relación a la anterior temporada se centra en que el pico se ha producido en Euskadi tres semanas antes. Precisamente, el brote de gripe ha comenzado este año en España por el País Vasco, por lo que en estos momentos registra unos niveles de incidencia muy superiores a los del resto de las comunidades. Las dos últimas semanas han sido las de mayor presión asistencial para los servicios sanitarios. Sin embargo, el departamento insiste en que los servicios de atención primaria no se han visto desbordados. En cambio, las urgencias de los hospitales sí que han estado a rebosar por enfermos con gripe.

"Se han adoptado todas las medidas necesarias para responder a las demandas de la población", asegura la consejería. Así, Sanidad recuerda que ha habilitado desde el inicio del brote más de 200 camas adicionales a las habituales y se han reforzado los servicios de urgencias, neumología (aparato respiratorio) y medicina interna. Además, en momentos puntuales se han concertado camas con centros privados y se han reforzado con más médicos y enfermeras centros de atención primaria y puntos de atención continuada.

"La capacidad asistencial del sistema", enfatiza el departamento, "está siendo suficiente para atender las necesidades, sin obviar el hecho de que la presión asistencial ha aumentado, como lo hace todos los años por estas fechas, y que esto ha motivado en determinados momentos una demora mayor de la habitual, tanto en las consultas de atención primaria como en las urgencias hospitalarias".

La evolución previsible es que la epidemia de este invierno comience a bajar entre esta semana y la próxima. De hecho, la consejería ha constatado que el número de pacientes que estos días acuden a urgencias y a consultas con síntomas de gripe está descendiendo, por lo que "probablemente a lo largo de las próximas jornadas se pueda ir volviendo paulatinamente a la situación previa al inicio del brote", augura.

El Gobienro puso en marcha a mediados de setiembre la campaña de vacunación contra la gripe. La iniciativa permitió vacunar hasta el 30 de octubre a más de 260.000 personas, sobre todo a las de los grupos de riesgo, como los mayores de 65 años que viven en residencias de ancianos y la población mayor de 65 años adscrita a la red de atención primaria de Osakidetza. Junto a estos dos colectivos, los pacientes afectados por enfermedades crónicas y los trabajadores de centros sanitarios también fueron vacunados. Según los especialistas, la vacuna ha logrado disminuir la intensidad de los síntomas de la gripe en los enfermos que no han podido escapar de la enfermedad.

A partir del lunes se empezará a comercializar con receta el medicamento Relenza, el primer fármaco eficaz contra la gripe, que permite acortar la duración media de la enfermedad en dos días, aunque no es un sustituto de la vacuna. Su precio es de 3.900 pesetas y no está subvencionado por la Seguridad Social.