Vera: "La derecha y los nacionalistas han tratado de destruir a Galindo"

El exsecretario de Estado para la Seguridad Rafael Vera se refirió ayer al caso Lasa-Zabala como el último intento de la derecha y los nacionalistas de acabar con el general Enrique Rodríguez Galindo. Primero lo intentaron con el informe Navajas -el escrito del fiscal del mismo nombre que vinculaba a Galindo con el narcotráfico-y como no dio resultado iniciaron otras acciones, según Vera. La razón de este intento de destrucción, añadió, es que Galindo ha sido "el hombre más eficaz y más leal al Gobierno socialista".

Vera señaló que la derecha no perdona a Galindo su lealtad con los socialistas y el nacionalismo no le perdona la eficacia que tuvo, y que esos han sido "los dos errores o los grandes delitos" del ahora general. Precisó que Galindo ha sido partidario tanto de la lucha policial como del diálogo para acabar con la actividad terrorista y que ese conjunto de acciones de servir a la democracia le ha hecho tener "enemigos importantes".Señaló que "en este país se pasa de lo blanco a lo negro con mucha facilidad", en referencia a las dificultades que ahora atraviesa Galindo, mientras que cuando era el hombre de más éxito en la lucha contra ETA, "el cuartel de Intxaurrondo [en San Sebastián] se convirtió en una especie de Lourdes" y allí iba mucha gente "en peregrinación política" a hacerse fotos con Galindo. Y mencionó al actual jefe del Ejecutivo, José María Aznar, y al ministro del Interior, Jaime Mayor Oreja, del que dijo que iba allí a "recibir lecciones de lo que era la lucha antiterrorista".

Comparación con Spectra

Tras señalar que él encabeza la "colección de apestados" de los que lucharon contra el terrorismo, Vera se refirió a los ataques que contra su persona ha lanzado el exdirector de la Guardia Civil Luis Roldán. "El señor Roldán me ha colocado como Spectra, que era el enemigo de James Bond. Me ha colocado como imputado en todas las jurisdicciones de la Administración de justicia del Estado".

Vera dijo que no hizo gestiones para pagar un curso de piloto a Bayo en Estados Unidos, ni para financiarle una terapia en la clínica López Ibor, ni para que recibiese asistencia en el hospital Gómez Ulla, ni para que les concediesen pensiones o el indulto a los agentes Enrique Dorado y Felipe Bayo. Insinuó que todas estas acusaciones contra él se deben a las declaraciones de Roldán, con el que mantenía muy malas relaciones y cuyo cese propuso al ministro en dos ocasiones.

Al concluir su declaración -ayer acabaron de declarar los imputados y hoy comienzan a hacerlo los testigos-, Vera realizó un golpe de efecto: solicitó permiso al tribunal para presentar una querella criminal contra el abogado Iñigo Iruin por sus manifestaciones del día anterior, según las cuales Vera le había remitido una bomba que había sido desactivada. Vera dijo que ni siquiera ha sido llamado a declarar por ese asunto. El presidente del tribunal, Siro García, explicó que la Sala estudiaría el contestar en la siguiente sesión o al final del juicio para evitar incidentes en la vista.

El sumario 10/97 del Juzgado Central 5 de la Audiencia Nacional que instruye el juez Baltasar Garzón se refiere al envío de tres paquetes postales explosivos a otras tantas personas vinculadas con HB, una de ellas Iruin. Una de las misivas, al explotar, mató a un cartero de Rentería (Guipúzcoa), y las otras dos fueron desactivadas en las estafetas de correos de San Sebastián y Azpeitia. Roldán imputó a Vera el haber ordenado el envío de las cartas bomba y Vera, que no ha declarado todavía, se personó en la causa el 27 de junio de 1997, aunque su personación no fue admitida hasta el 15 de julio de ese mismo año. Para el día 24 de este mes están citados como testigos cuatro carteros.