La oposición denuncia las "gravísimas contradicciones" en torno al caso

Los comentarios del fiscal Julio Bruzón sobre la escasa consistencia de la querella formulada por el consejo de administración del Ivex contra su último director general como supuesto responsable de un delito societario provocaron una inmediata reacción de los portavoces de la oposición parlamentaria, que denunciaron las "gravísimas contradicciones" que acumula la versión oficial del caso.Antonio Moreno, portavoz socialista, declaró que la aparente ausencia de delito "confirma que la querella presentada por la Generalitat era una operación de imagen".

Moreno tachó de "sorprendente" la premura con la que se formuló la querella contra José María Tabares sin proceder a una investigación a fondo en torno al caso y la atribuyó al interés de Eduardo Zaplana, presidente de la Generalitat, por "salir airoso de un escándalo que previsiblemente se va a confirmar". Moreno elevó la responsabilidad última sobre el caso a Eduardo Zaplana, "por su estilo y forma de gobernar"; reiteró, "más que nunca", la necesidad de constituir una comisión de investigación para aclarar los extremos del caso; y vaticinó el cese de Carmen de Miguel, actual directora del Ivex, que fue "quien descubrió el pastel".

Joan Ribó, portavoz de Esquerra Unida, destacó los tintes "surrealistas" que adquiere el caso y exigió que se aclaren las "gravísimas contradicciones" en que incurre la primera versión oficial.

Ribó calificó a Tabares como "cabeza de turco" y señaló "aspectos extraordinarios" sobre el caso, como el hecho de que "el Ivex no aportara documentación en el plazo fijado por el juez, y sí lo hayan hecho los demandados antes de que se les pida". El portavoz de EU apuntó finalmente que "el negocio se le está poniendo complicado al Consell".