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LA CRÓNICA Nacer el mismo día SERGI PÀMIES

Quizá porque me tocó nacer el mismo día que Nicolae Ceaucescu -kondukator rumano venido a menos hasta el punto de ser suicidado por su ex pueblo fiel-, sigo con cierta curiosidad las coincidencias de fechas de nacimiento. Es un juego inocente y barato que, sin embargo, depara sorpresas desconcertantes aunque siempre entretenidas.Hace unos años, por ejemplo, leí en alguna parte que los pesos pesados Muhammad Alí y Joe Frazier, protagonistas de uno de los combates de boxeo más publicitados del siglo, habían nacido un 17 de enero, el mismo día en el que la sufrida madre de Al Capone dio a luz a su delictuoso hijo. ¿Casualidad o coherencia argumental de un mundo -el de los gánsteres- estrechamente relacionado con el boxeo?

Que Vladimir Lenin y Guillermo Cabrera Infante nacieran un 22 de abril parece una ironía del destino pero, ¿significa algo o resulta tan casual como que el día de Navidad nacieran el niño Jesús y la ex presentadora Marisa Medina o que Peter O"Toole y Massiel lo hicieran un 2 de agosto?

Sospecho que la sección de algunos periódicos y revistas en la que aparecen los nacimientos de personajes famosos o históricos es de las más leídas. Los lectores buscamos, por simpatía, alguna coincidencia que nos reconforte. Los nacidos el 27 de noviembre se alegran -o no- de coincidir con el lustroso Bruce Lee o con el psicodélico Jimmy Hendrix. Los del 31 de mayo dudan entre Clint Eastwood y el príncipe Rainiero y los del 13 de agosto se acuerdan de Fidel Castro y José Saza Sazatornil mientras descorchan las botellas de champán y abren los regalos.

Otras coincidencias parecen contener mensajes de secreta genética astrológica, críptica numerología demasiado casual para ser sólo fruto del azar. Hay nacimientos que parecen dirigidos por el Bien y el Mal -Pablo Picasso y Klaus Barbie (el 25 de octubre)-, coincidencias musicales -Prince, o como demonios se llame el artista, y Tom Jones (el 7 de junio) o Raimon y Maria Callas (el 2 de diciembre)-, o futbolísticas -Pelé y Zubizarreta (el 23 de noviembre)-, o cinematográficas -Marcello Mastroianni y Brigitte Bardot (el 28 de setiembre)- o simplemente cacofónicas, como de juego de palabras, de chiste fácil -Duke Ellington y el Duque de Wellington (29 de abril)-.

Aunque también es cierto que, a veces, el azar de nacer un determinado día reúne bajo la misma hoja del calendario a personajes antagónicos e incluso incompatibles a los que cuesta imaginar soplando las velas de la tarta de cumpleaños simultánea y simétricamente. Un caso: el cosmonauta Yuri Gagarin -héroe y símbolo de lo soviético- y el ajedrecista Bobby Fischer -colérico y fascinante anticomunista con rifle-, el 9 de marzo. O Sigmund Freud y Robespierre (6 de mayo, igual que Toni Blair, Orson Welles y Julia Otero, sin que me haya sido posible sacar ninguna conclusión al respecto).

Algunos días, en cambio, acumulan personalidades con avaricia y combinan talentos y vocaciones tan dispares como los de Albert Einstein, Quincy Jones, Félix Rodríguez de la Fuente, Diane Arbus, Michael Caine, Alberto Grimaldi y Billy Crystal, todos nacidos un 14 de marzo. Y también están las coincidencias extrañas pero harmónicas que, sin lógica aparente, crean un vínculo esotérico entre los hijos de aquel día. Es el caso del Dalai Lama y de Frida Kahlo, llegados a este mundo un 6 de julio (siento no disponer de datos sobre sus respectivas vidas anteriores) y que, según cómo se mire, pueden llegar a tener alguna cosa, indescriptible e intuitiva, en común. O de Janis Joplin y Edgard Alan Poe (19 de enero). O -coincidencia plástica y surrealista y divertida por los contrastes que sugiere- de Buster Keaton y Pancho Villa (4 de octubre).

¿Y qué me dicen de las coincidencias que producen fastidio en lugar de alegría? ¿Le gustará al siempre crítico Nani Moretti haber nacido el mismo día que Bill Clinton (19 de agosto)? ¿Y al humorista Miguel Gila compartir el 12 de marzo con el no menos humorista Javier Clemente? ¿Y de las que, por excesivamente casuales, casi ponen los pelos de punta?

¿Acaso no resulta sobrenatural que John Lennon y su hijo Sean nacieran un 9 de octubre? ¿Cómo organizaban las fiestas? ¿Sumaban las velas de ambos en un único pastel? ¿Entonaban la misma canción y luego se ponían a dibujar animales como los que se han recopilado en el original libro Amor de verdad (Editorial Destino)? ¿Hasta qué punto puede llegar a afectarte haber nacido el mismo día que tu padre? ¿Es tan grave como que se llame igual que tú y que cuando te llaman por teléfono nunca sepas si es para ti o para él? ¿Y el mismo día que alguien que admiramos o que despreciamos?

En mi caso, cada vez que me cruzo con el nombre de Nicolae Ceaucescu, me consuelo pensando que Paul Newman, actor y fabricante de salsas de tomate con champiñones, también nació aquel día. Digo yo que para compensar.

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