La Policía Municipal ordena a sus agentes que eviten la prostitución masculina en Legazpi
Un alto mando de la Policía Municipal de Madrid envió a finales del año pasado una circular interna a los agentes para que impidieran y lucharan contra la prostitución masculina en un rincón de Legazpi sin población próxima. El mando pedía a los policías que patrullaran la zona durante su turno para tratar de "evitar" la presencia de chaperos (muchachos que ejercen la prostitución). Además, el mismo oficial, según los sindicatos, ha dado instrucciones para que los agentes expulsen a las mujeres que ejercen las prostitución en Méndez Álvaro y la calle de Pedro Bosch.
Los sindicalistas de la Policía Municipal de Madrid han denunciado estos hechos por escrito a María Tardón, concejal de Seguridad Ciudadana y Policía. Creen que la orden de perseguir la prostitución masculina puede ser ilegal ya que, según interpretan ellos, no se puede actuar contra los chaperos por su actividad.La edil aún no ha contestado a los policías que cuestionan la orden del alto mando porque "no está amparada por ninguna norma superior, ya que los chicos no cometen ningún tipo de falta".
"La prostitución no está considerada como delito ni en el cógido penal ni el ordenamiento jurídico y, por tanto, no se puede erradicar con órdenes de esa categoría", denuncian los representantes sindicales de la Policía Municipal.
Los prostitutos utilizan la calle del Maestro Arbós, paralela a la M-30 y muy próxima a la plaza de Legazpi, como punto de encuentro para contactar con sus clientes, que llegan en coches a la zona. Allí se suelen concentrar cada día entre 20 y 30 jóvenes. Al llegar la madrugada, el tránsito en la zona es continuo debido a que en varias calles cercanas hay saunas.
Visitas esporádicas
El alto mando que firmó la orden es jefe de la Unidad de Seguridad número 2 (la que atiende los distritos de Arganzuela, Usera, Villaverde, Latina y Carabanchel). "Con motivo de haberse detectado, en las proximidades de la calle del Maestro Arbós con la M-30, prostitución masculina, se procederá, por parte de las patrullas de su turno asignadas al distrito de Arganzuela, a realizar visitas esporádicas por la zona para tratar de evitar en la medida de lo posible ésta", dice la circular interna. El oficial también ordenó a los agentes que sancionarán las conductas indecorosas que descubrieran. Las ordenanzas municipales castigan con 25.000 pesetas las conductas que atentan contra el honor y las buenas costumbres. La instrucción se transmitió a los suboficiales, sargento y cabos que coordinan el trabajo de los 300agentes municipales de la Unidad de Seguridad 2.
Durante noviembre y diciembre, los policías municipales han patrullado la zona sin que, según sus informes, haya habido ningún incidente o delito relacionado con el ejercicio de la prostitución masculina. Tampoco se ha descubierto tráfico de droga en la zona. Los jóvenes que se dedican a la prostitución se reúnen en un lugar recóndito y no generan conflictos, según han informado los agentes municipales encargados de patrullar esa zona.
Varios agentes se han negado a patrullar la zona alegando que era desagradable cumplir la misión: "Los chicos nos ven y dicen que les espantamos los clientes, ya que nuestra presencia les incomoda e intimida".
Rogelio Gómez, secretario de organización de UGT, considera que la nota persigue que se incremente la presencia policial en las calles disuadiendo a los posibles clientes. "No creemos que se persiga otra cosa porque la prostitución no está castigada por el Código Penal", explicó Gómez.
Un portavoz de UPM, otro sindicato policial, aseguró que se trata de una instrucción confusa y contraria a la ley: "No se debería permitir que por parte de mandos se actúe con tanta ligereza al emitir estas órdenes tan ambiguas". Para CCOO no se puede erradicar algo que no está legislado como delito o falta.
José Luis Sobrino, presidente de la Asociación de Vecinos la Unidad de Arganzuela, asegura que no han denunciado la presencia de este grupo de personas que ejercen la prostitución masculina porque nunca han molestado a los residentes que viven cerca.
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