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La ley regional del suelo permite construir la narcosala de Las Barranquillas sin pedir licencia

Los artículos 33 y 41 de la vigente ley regional del suelo, aprobada el 28 de marzo de 1995 y modificada el 15 de julio de 1997, permiten a la Comunidad de Madrid, sin necesidad de pedir licencia, construir en el poblado marginal de Las Barranquillas (Vallecas Villa) una narcosala para que los toxicómanos se inyecten sus dosis en condiciones higiénico-sanitarias adecuadas. El gobierno municipal de Madrid ha puesto reparos a la instalación por las dudas jurídicas y sociales que plantea, y considera que sin la autorización de la Junta Municipal de Vallecas no se puede abrir la narcosala regional.

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Una cárcel sin permiso municipal

La amenaza administrativa del gobierno de José María Álvarez del Manzano para impedir la construcción de la narcosala se ha topado con los poderes de la Administración autonómica. La Ley regional del Suelo, que elaboró, entre otros, el actual edil de Urbanismo de Madrid, Ignacio del Río (PP), establece determinados privilegios para ejecutar los denominados "proyectos de alcance regional". Dichos proyectos son aquellos que "por razones de urgencia y excepcional interés público (...) ordenan y diseñan con carácter básico y para su inmediata ejecución obras e instalaciones de carácter regional".La narcosala es una instalación pensada por el Gobierno regional para distintos municipios madrileños donde residen drogadictos que se pinchan en condiciones insalubres. La experiencia comenzará por Madrid porque es en la capital donde el problema es mayor.

El artículo 41 establece que los proyectos de alcance regional "estarán sujetos a la previa obtención de licencia, con excepción de las infraestructuras a que se refiere el artículo 33 a". En este artículo se engloban las "infraestructuras regionales de cualquier tipo, comprendiendo las construcciones e instalaciones complementarias precisas".

El vicepresidente regional y consejero de Obras Públicas, Luis Eduardo Cortés, confirmó a este periódico que la vigente Ley regional del Suelo ampara la construcción de narcosalas sin necesidad de pedir licencia municipal en cualquier punto de la región.

Aunque la Comunidad de Madrid pueda hacer la narcosala de Las Barranquillas sin licencia municipal, la Ley del Suelo obliga al Gobierno regional a remitir el proyecto al municipio afectado "con carácter previo al comienzo de las obras".

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Respaldo del Plan Nacional

Ruiz-Gallardón anunció a finales de año que invitaría a su despacho en la Puerta del Sol al alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, para explicarle el proyecto de las salas de venopunción. Acompañaría al presidente regional el gerente de la Agencia Antidroga, José Cabrera, principal impulsor de esta iniciativa, que cuenta con el respaldo y la financiación del Plan Nacional Sobre Drogas.

Álvarez del Manzano está especialmente molesto con Cabrera por las críticas que este gestor autonómico ha lanzado contra los dirigentes municipales que han cuestionado las narcosalas. Tan molesto que el alcalde pidió públicamente al presidente regional que diese un tirón de orejas a Cabrera, al igual que hizo Jordi Pujol con un colaborador directo que tuvo el atrevimiento de criticar la política antiterrorista de José María Aznar.

La concejal de Servicios Sociales del Ayuntamiento de Madrid, Beatriz Elorriaga, ha planteado que para eliminar los reparos a las narcosalas es necesario que Cabrera explique en las dependencias municipales las características del proyecto. Y ha recordado que la institución competente para autorizar la construcción de la narcosala de Las Barranquillas es la Junta Municipal de Villa de Vallecas.

Elorriaga también ha planteado algunas dudas jurídicas respecto al funcionamiento de las nuevas instalaciones. Ignora qué consecuencias legales podría tener el hecho de que un toxicómano muriera dentro de la narcosala después de tomar una dosis de heroína que, previamente, hubiera pasado un control de los trabajadores contratados por la Comunidad de Madrid para atender el centro.

Cabrera contesta que los toxicómanos que quieran pincharse en las narcosalas deberán firmar un papel donde asuman toda la responsabilidad sobre lo que pueda pasar.

El proyecto madrileño de las salas de venopunción es pionero en España, aunque se aplica en otros países europeos desde hace tiempo sin que hayan surgido problemas de tipo legal.

La sala de Las Barranqilllas ocupará 1.000 metros cuadrados, distribuidos en tres naves. Constará de 12 salas individuales de inyección y abrirá, al principio, de nueve de la mañana a nueve de la noche. En el centro habrá un coordinador médico, enfermeros, un trabajador social, un ayudante técnico de laboratorio y un conductor de ambulancia, así como personal de limpieza y de seguridad. Para entrar en las narcosalas será necesario ser mayor de edad y acceder con una sola dosis de heroína. El personal de la instalación sólo tocará al drogadicto si su vida corre peligro.

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