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Fomento y Medio Ambiente se han negado a dialogar con la Junta durante toda la legislatura

El desencuentro que ha caracterizado las relaciones entre la Junta de Andalucía y el Gobierno central tiene un capítulo singular en los ministerios de Fomento y de Medio Ambiente. La legislatura va a concluir sin que a lo largo de estos cuatro años los titulares de sendos departamentos, Rafael Arias-Salgado e Isabel Tocino (Partido Popular), respectivamente, hayan accedido a mantener una sola entrevista con el consejero de Obras Públicas y Transportes de la Junta, el socialista Francisco Vallejo, pese a las numerosas peticiones de éste.

En la consejería se lamenta que esta dificultad para el diálogo ha podido afectar a proyectos importantes para la comunidad y que las trabas puestas por ambos ministerios esconden la realidad del importante recorte de inversiones producido en Andalucía desde que gobierna el PP.El último convenio de colaboración suscrito entre la consejería y el ministerio data del anterior Gobierno socialista, cuando el departamento que entonces regía José Borrell englobaba Obras Públicas, Transportes y Medio Ambiente, y fue para la construcción cofinanciada de la autovía Jerez-Los Barrios, competencia de la Junta. El dato resulta ilustrativo. El consejero está convencido de que, al margen de la "particular prepotencia" de Arias-Salgado y Tocino, "ha habido una clara consigna dentro del Gobierno de Aznar de no diálogo con Andalucía".

El rifirrafe que el pasado Día de los Inocentes protagonizaron Rafael Arias-Salgado y el presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez-Areces, durante la inauguración de un tramo de la circunvalación de Oviedo, después de que éste reprochara al ministro su negativa a mantener una entrevista, tiene también antecedentes en Andalucía. El pasado junio, durante la colocación de la primera piedra de la presa de El Andévalo, Vallejo pidió a la ministra Isabel Tocino, en nombre del presidente Manuel Chaves, una entrevista para estudiar la forma de abordar el problema de la sequía. Distintas fuentes consultadas han confirmado que Tocino tuvo una airada respuesta e inquirió a Vallejo si es que la Junta se proponía abrir una batalla por el agua igual que la de las pensiones. Otro ejemplo de la actitud del Gobierno central fue la ausencia de un representante de la Administración central en la comisión de seguimiento del Plan Estratégico del Campo de Gibraltar el pasado día 29, que causó una unánime indignación entre el resto de representantes.

Vallejo ha intentado dialogar con los ministros de Fomento y Medio Ambiente desde el mismo día de su nombramiento. El 8 de mayo de 1996 les envió una primera carta de felicitación en la que mostraba a ambos su esperanza de poner en común "en breve" el estado tanto de los proyectos ya comprometidos como de las necesidades de la comunidad.

Días más tarde, el 29 de mayo, Vallejo volvió a enviar una petición de entrevista en la que, en cada caso, relacionaba los asuntos sobre los que estimaba necesario iniciar un diálogo. Ante la falta de respuesta de los ministros, el consejero se dirigió en julio a los secretarios de Estado de Infraestructura y Transportes, Joaquín Abril Martorell, y de Aguas y Costas, Benigno Blanco. Hasta el 22 de enero de 1997 no hubo una respuesta a las peticiones de encuentros, y fue una carta de Abril Martorell en la que lamentaba que el ministro "no había podido contestar precisando fecha" y que había delegado en él como interlocutor.

Décima petición

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En verano de 1998, Vallejo pidió por décima vez a Arias-Salgado mantener una reunión en una carta en la que usó términos muy duros: "Resulta difícilmente creíble que la reunión solicitada no haya tenido lugar hasta el momento por motivos de agenda, por lo que de la actitud de ese Ministerio sólo cabe colegir o una premeditada actitud de desprecio hacia las instituciones de esta comunidad autónoma (...), o una clara intencionalidad política de establecer relaciones institucionales a partir del apoyo parlamentario que recibe el Gobierno en función de las diferentes fuerzas políticas, lo que habría que condenar públicamente".

En la agenda están la situación de las prioridades de carreteras de Fomento o las transferencias de las cuencas hidrográficas y la lucha contra la sequía. Uno de los asuntos que más indignación ha causado al Gobierno andaluz ha sido la reiterada negativa de Arias-Salgado a firmar un protocolo sobre el AVE Córdoba-Málaga, para el que la Administración autonómica ha ofrecido cofinanciación, y la no asunción de los estudios informativos que realizó la Junta después de que el propio ministro lo exigiera así.

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