Los sindicatos anuncian protestas tras morir cuatro trabajadores en cinco días. Confebask pide una reunión urgente de Osalan por la alta siniestralidad laboral
El comienzo del año ha servido para confirmar los elevados índices de siniestralidad laboral. Cuatro trabajadores han muerto en el País Vasco y Navarra en los dos últimos días y los sindicatos anunciaron ayer la próxima convocatoria de actos de protesta. De enero a noviembre de 1999 las centrales sindicales tienen registrado un centenar de accidentes mortales, pero la media en lo que va de año ya lo ha superado. La jornada de ayer fue especialmente trágica. Dos operarios de una empresa de excavaciones fallecieron en Castejón (Navarra) al ser arrollados por un tren mientras trabajaban en la vía, mientras que en Oñati de un vecino de Mondragón, de 29 años, resultó muerto en otro accidente laboral, al caerle encima varios objetos en el interior de una empresa de transformación de bobinas de acero. El martes falleció otro hombre en Antzuola cuando trabajaba en una tala de árboles.
Los sindicatos coincidieron ayer en volver a responsabilizar de las muertes laborales a las empresas. ELA, LAB y ESK han convocado para la próxima semana concentraciones ante la fábrica de Oñati donde murió uno de los trabajadores y ante la sede de la patronal de Navarra como muestra de repulsa por el accidente que costó la vida a dos operarios en Castejón.
Confebask, en cambio, hizo ayer un llamamiento a los sindicatos para que se aúnen esfuerzos y adelantó que pedirá la convocatoria urgente del consejo del Instituto Vasco de Seguridad y Salud Laboral (Osalan) para analizar la alta siniestralidad. El miembro de la ejecutiva de la patronal vasca, Jon Bilbao, calificó de "gran tragedia" los cuatro fallecimientos en cinco días. "En este tema no vale con limitarse a exigir y salir a la calle con pancartas. O transmitimos todos la cultura de la prevención, nosotros a las empresas y los sindicatos a los trabajadores, o aquí no podemos hacer nada".
El último informe presentado por Comisiones Obreras de Euskadi constataba que, entre enero y noviembre del pasado año, hubo 95.155 siniestros, un 4,5% más que el año anterior y un 11,6% más que en 1997. Las enfermedades profesionales aumentaron un 14,5% respecto al ejercicio de 1998 y un 66,5% sobre las cifras de 1997.
ELA señaló ayer que la "luz de alarma" sobre la seguridad laboral está encendida desde hace tiempo sin que se adopten las medidas necesarias "por parte de las distintas administraciones y patronales". A su juicio, el número de accidentes graves aumenta cada año "en su gran mayoría por la falta de medidas de prevención en las empresas", por lo que exigió "una actitud más activa" de las administraciones en la vigilancia e inspección de los planes de prevención.
La responsable de Salud Laboral en Guipúzcoa de LAB, Lola Amigo, indicó que la Administración "no hace nada para que se cumpla" la ley de prevención de riesgos laborales al tiempo que censuró la escasa cuantía de las sanciones, por lo que, según señaló, las empresas prefieren pagar multas antes que adoptar medidas de seguridad.
UGT, a través de su secretario de Acción Sindical Javier Bermejo, acusó a los empresarios de mantener una actitud "intolerable" por "ignorar" las condiciones de seguridad, y también responsabilizó al Gobierno vasco por "mantener una actitud pasiva ante el problema". Bermejo instó al Ejecutivo a implantar un plan de acción contra la siniestralidad laboral así como la exigencia de una mayor vigilancia y la aplicación de sanciones. Dijo que existe "un buen número de empresas" que no han realizado el análisis de riesgos laborales, "sin que la Administración siga sin hacer nada, lo que le coloca como responsable directo de lo que está pasando".
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