La terapia combinada triplica el índice de curación de la hepatitis C

La terapia combinada de interferón alfa-2b y ribavirina triplica la tasa de curación de la hepatitis crónica C, la primera causa de trasplante de hígado actualmente en España. El 50% de los pacientes responde satisfactoriamente a la administración de este tratamiento, mientras que la monoterapia con interferón sólo responde positivamente el 15%. Si no se trata, la infección crónica puede derivar en cirrosis.

El Ministerio de Sanidad y Consumo acaba de aprobar oficialmente el empleo de la terapia combinada, hecho que esperaban médicos y pacientes desde que el pasado mayo la Unión Europea diera luz verde a esta alternativa terapéutica. Los beneficios de la terapia combinada ya eran conocidos en numerosos hospitales españoles que utilizaban este tratamiento por el procedimiento especial de uso compasivo.Para Rafael Esteban Mur, jefe de Hepatología del hospital Vall d"Hebron de Barcelona, la actual tasa de curación podría incrementarse hasta alcanzar el 65% en un futuro inmediato "con nuevas formulaciones de la terapia combinada adaptadas a cada paciente".

Esteban Mur confía en que en unos años la nueva modalidad terapéutica se convertirá en "un tratamiento a la carta en el sentido de que se incrementarán las dosis o se administrarán con más frecuencia, según la cantidad de virus que tenga el paciente y de si es más o menos resistente".

Los especialistas sostienen que a partir de ahora la terapia estándar de la hepatitis C será interferón más ribavirina, y ningún paciente debe ser tratado ya sólo con interferón. Esta terapia mejora a la larga la calidad de vida de los pacicientes que han logrado curarse. "Este hecho puede resultar chocante", indica Esteban Mur, "puesto que se trata de una enfermedad asintomática, que se suele detectar por casualidad. Sin embargo, la amenaza de sufrir cirrosis y cáncer de hígado que pesa sobre estos pacientes hace que, cuando consiguen estar curados, tengan una percepción muy distinta de su salud".

Cuanto antes mejor

Ricardo Moreno, jefe de Hepatología del hospital de La Princesa de Madrid, advierte sobre la necesidad de que en los análisis rutinarios, los médicos de cabecera soliciten la prueba de las transaminasas, y si éstas son altas, solicitar un análisis más completo para comprobar si existe una infección por hepatitis. "Cuanto más precozmente se diagnostique la enfermedad", añade Moreno, "antes se instaurará el tratamiento y mayores serán las posibilidades de curación. La historia natural de la infección pasa por un proceso inflamatorio, que con el tiempo puede conducir a una cirrosis y a un cáncer de hígado. Si con el tratamiento interrumpimos esa evolución, logramos reducir significativamente la morbimortalidad de la enfermedad".

La hepatitis C es en España la patología del hígado más prevalente. Se calcula que entre un 2 y un 3% de los españoles ha contraído el virus, la mayoría antes de que éste fuera identificado hace apenas diez años (entonces denominado no A-no B) y de que se conocieran sus mecanismos de contagio. Entre el 60 y el 90% de los infectados acababa desarrollando una hepatitis crónica, y de éstos el 30% puede sufrir cirrosis, trastorno considerado como una enfermedad premaligna con un alto riesgo de que degenere en cáncer.