George Michael y Bryan Ferry recrean la exquisitez y las canciones de Cole Porter
Los nuevos discos de los artistas británicos están consagrados a clásicos viejos y modernos
Primero ha sido Bryan Ferry con su As time goes by, y le ha seguido George Michael con Songs from the last century. Los antiguos cantantes de Roxy Music y Wham! han coincidido en las tiendas con sendos trabajos centrados en el repertorio de los standards, las exquisitas composiciones de los artesanos de Broadway y Hollywood anteriores, que dominaron escenarios, ondas y pantallas antes de que llegara el rock and roll, a mitad de los años cincuenta. Ambos artistas recurren a diferentes autores, pero comparten fascinación por el cancionero irónico y elegante de Cole Porter.
Cole Porter (1891-1964) es el creador de standards más apreciado por los artistas contemporáneos. En 1990, se editó Red hot+blue, histórico disco de apoyo a la lucha contra el sida en el que los temas de Porter eran adaptados por U2, Sinead O"Connor, Neneh Cherry, David Byrne y otros. Los modernos aprecian la ironía, la sensualidad, la elegancia de su arte, en contraste con su vida tormentosa. Además, está el reto de buscar perspectivas inéditas a unas canciones que ya tienen versiones magistrales a cargo de Frank Sinatra, Ella Fitzgerald o Billie Holiday.Bryan Ferry fue pionero en la recuperación de los standards y su estética de vida sofisticada con su primer disco en solitario, These foolish things (1973), donde también reinventaba canciones de los Rolling Stones o Bob Dylan. Según reflexionaba entonces, "lo interesante es conectar el rock con la tradición del standard, destacar que uno puede componer, pero que también hay creatividad en el ejercicio estilístico de revivir una canción de Porter o Gershwin, evitando lo camp".
Piezas célebres
Sin embargo, en As time goes by, Ferry no se ha permitido irreverencias con la selección del repertorio: todas son piezas que ya eran célebres cuando Elvis Presley todavía llevaba pantalones cortos. Desde As time goes by, la canción de Dooley Wilson, hasta la melancólica September song, escrita por Kurt Weill durante sus años estadounidenses, las 15 clásicas reciben un tratamiento aterciopelado, marcado por un melancólico romanticismo que hace pensar que Ferry realmente se siente cómodo en el papel de crooner hipersensible.
Por el contrario, George Michael ha sido más audaz a la hora de juntar los 11 temas que constituyen sus Canciones del último siglo. El disco se abre con Brother, can you spare a dime, lamento de los años de la Depresión, y sigue con Roxanne, atormentada queja de un Sting enamorado de una prostituta.
Bromas
No faltan las bromas livianas: cambia "la sonrisa de Lana Turner" por "la sonrisa de Ricky Martin" (en My baby just cares for me, el éxito tardío de Nina Simone). También hay versos conectados con su estruendosa asunción de la homosexualidad en 1998, como en la potente interpretación de Secret love. Más valiente es su susurrante lectura de Miss Sarajevo, la emotiva evocación de un concurso de belleza en la sitiada capital de Bosnia, cantada anteriormente por Bono y Pavarotti.
Michael, que asegura que nunca había disfrutado grabando un disco tanto como en Songs from the last century, ha aceptado colaborar en la producción con Phil Ramone, cuyo currículo incluye trabajos con Sinatra o Barbra Streisand.
El productor describe el proceso de elaboración como el equivalente a la realización de una película, huyendo del mero pastiche o del tributo a grandes compositores: "Lo que sobrevive es la canción. La melodía es eterna y la letra pertenece a su tiempo. George Michael ha querido evidenciar su pasión por la canción y su voluntad de darle su propia interpretación".
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