El Consejo de Privatizaciones critica la forma en la que el Ejecutivo pretende vender Iberia

El Consejo de Privatizaciones, órgano designado por el Gobierno para supervisar la venta de empresas públicas, difundió ayer un informe sobre la privatización de Iberia en el que, globalmente, respalda la actuación seguida hasta el momento por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), pero con fuertes críticas al método con el que se ha valorado la compañía aérea. Los argumentos del Consejo, presidido por Luis Gámir, redoblaron las críticas del PSOE, que ayer pidió que se paralice la venta de Iberia y que el Gobierno dé explicaciones en el Congreso.

El Consejo de Privatizaciones, órgano consultivo sin capacidad de decisión alguna, dio ayer una de cal y varias de arena. La conclusión del informe que ha elaborado sobre el proceso de privatización de Iberia seguido por la SEPI no puede ser más rotundo: "En la operación de privatización de Iberia, Líneas Aéreas de España", concluye el informe, "se han respetado suficientemente los principios de publicidad, transparencia y libre concurrencia".Pero en el informe, de 14 páginas, se contienen también una larga serie de críticas, algunas de ellas duras, al proceso seguido por la SEPI, el organismo que preside Pedro Ferreras, a la hora de valorar la compañía aérea y buscar para la misma socios industriales (British Airways y American Airlines) e institucionales (Caja Madrid, Logista, el BBV y El Corte Inglés-Ahorro Corporación).

Así por ejemplo, y entre las "debilidades" que el Consejo Consultivo de Privatizaciones encuentra en el proceso privatizador, menciona que la SEPI eligió los socios industriales de Iberia "sin tener en cuenta consideraciones de precio", por lo que éste "tendrá que ser fijado en una negociación bilateral" con las compañías elegidas, "sin que exista la competencia que implica el mercado". El informe recoge que la SEPI, como agente gestor de la venta, debió contar "con un informe de valoración externo con anterioridad al inicio de las negociaciones y de la formación de las primeras ofertas de precio". El informe de valoración de Iberia con que contaba la SEPI estaba fechado en diciembre de 1996 y, según expone el informe, no cumplía la recomendación de ser independiente del asesor. Los asesores-valoradores de la operación son Bankers Trust y Merrill Lynch.

Ajustes

El Consejo de Privatizaciones cuestiona, en la misma línea, la no separación de las figuras del valorador de la compañía y del asesor de la venta; los ajustes realizados en las valoraciones -en apenas un mes, el valor estimado por la SEPI ha pasado de 580.000 millones a 454.000- "que no han tenido en cuenta el método de descuentos de flujos de caja"; la ausencia de explicaciones sobre los cálculos de "los sucesivos rangos de valoración"; la no individualización del valor de la participación de Iberia -25%- en la central de reservas y venta de billetes Amadeus y de sus terrenos en Madrid (La Muñoza) y los "muy ajustados" plazos de presentación de ofertas, que en algunos casos provocaron que "algunos candidatos se vieran obligados a tener las reuniones aclaratorias el día anterior del vencimiento del plazo".

Amadeus, la compañía en la que participa Iberia con un 25%, salió a Bolsa con una subida espectacular que situó su valor en 404.000 millones de pesetas, es decir, tan sólo 50.000 millones por debajo de la valoración de Iberia realizada por la SEPI. Ayer, las acciones de Amadeus volvieron a experimentar una fuerte subida del 7,87% y cerraron a 2.279 pesetas por título. La SEPI asegura que en las negociaciones para la venta de Iberia, las acciones de Amadeus se valoraron al precio inicial de salida a Bolsa.

La larga lista de "debilidades" del proceso de valoración y venta que detalla el informe del Consejo de Privatizaciones redobló ayer las críticas lanzadas por el PSOE a la venta de Iberia, que califica de "rebaja" de enero en el mes de diciembre, de "nuevo pelotazo del Gobierno" y de enajenación "escandalosa a precio de saldo".

El principal partido de la oposición quiere que el Gobierno paralice la operación. Además, reclama que el ministro de Industria, Josep Piqué, acuda al Congreso para explicar en detalle los pasos dados para privatizar la compañía aérea y que cuenta con tres fases, la venta del 10% a British Airways y American Airlines; la venta del 30% a los socios institucionales españoles y la oferta pública de venta de acciones (OPV) -aún sin una fecha concreta- equivalente al 53,7% del capital.

La SEPI insistió ayer en que la cifra de valoración inicial de Iberia -580.000 millones- era una cifra pendiente de ajustes y que, en cualquier caso, la valoración de Iberia ha pasado, en tres años, de 17.500 millones negativos a 454.000 millones positivos.