Interior levanta la emergencia al amainar el vendaval y Euskadi recupera la normalidad
El País Vasco empezaba a recuperar ayer la normalidad dejando atrás tres muertos y varias decenas de heridos, uno de ellos en estado muy grave, tras ser azotado por uno de los mayores vendavales de los últimos años, en el que se llegaron a registrar rachas de hasta 180 kilómetros por hora. Ayer, con el paisaje todavía marcado por sus efectos, la lluvia y el viento comenzaron a amainar. A media tarde, las ráfagas no superaban en Euskadi los 90 kilómetros por hora, según informó el Departamento de Interior, que sobre las nueve de la noche decidió finalmente levantar el estado de alerta tras haberlo tenido activado todo el día.El portavoz del Gobierno vasco, Josu Jon Imaz, sostuvo que se adoptaron "todas las medidas preventivas que estaban en su mano en una situación de anomalía climatológica como la vivida". Imaz recalcó que se avisó a la población a través de los medios de comunicación e instituciones territoriales para que se tomaran medidas de precaución y todos los servicios de emergencia estuvieron a lo largo del lunes en alerta.
El portavoz precisó que "la práctica totalidad" de las anomalías causadas por el temporal se encontraban a media tarde subsanadas, por lo que la situación de normalidad podía "considerarse restablecida". "La impresión del Gobierno es que aparentemente lo peor ha pasado ya", afirmó. Imaz, quien hizo estas declaraciones en Vitoria en la rueda de prensa posterior a la última reunión del año del Consejo de Gobierno, explicó que el Ejecutivo autónomo no ha podido aún cuantificar los daños materiales causados por el huracán. Por ello, incidió, en que no se ha previsto el establecimiento de ayudas.
Horas antes, en Bilbao, José Ramón Zamanillo, director de atención de SOS Deiak, adelantaba que no existen motivos "razonables" para pedir que se declare a Euskadi zona catastrófica. En su opinión, las indemnizaciones y responsabilidades civiles deberán solucionarse por la vía administrativa habitual.
Las huellas dejadas por el temporal de agua y viento que azotó durante horas a Euskadi, confirmaron que Vizcaya fue el territorio más afectado, aunque en la capital donostiarra se vivieron momentos de caos. El viento arrancó innumerables árboles, derribó farolas, semáforos, andamios, cañerías y tejados y provocó un apagón que dejó sin luz a más de 200.000 familias, la gran mayoría de las cuales habían recuperado ayer el suministro.
Los tres aeropuertos vascos se encontraban ayer operativos. Sólo en Sondika y en el de Hondarribia se registraron algunas cancelaciones de vuelos en las primeras horas de la mañana. Durante el temporal, las pistas del aeropuerto vizcaíno, donde el viento llegó a alcanzar velocidades de cien nudos (unos 180 kilómetros por hora), y las del de Foronda, en las que la climatología no fue tan extrema, permanecieron abiertas.
El mercante Rilos, de bandera maltesa y tripulación cubana, que embarrancó en la tarde del lunes frente a la playa de Ereaga, en Getxo, iba a pasar la noche de ayer en el mismo lugar al haber quedado suspendidas las labores de remolque. Fuentes de la Ertzaintza indicaron que no existe ningún peligro para su tripulación, por lo cual no ha sido trasladada a tierra. En la tarde del lunes se intentó su rescate con un helicóptero, pero el temporal lo impidió.
PASA A LA PÁGINA 2
Casi 15.000 hogares seguían anoche sin tener restablecido el suministro eléctrico
VIENE DE LA PÁGINA 1 En algunos puntos, la falta de luz duró poco tiempo, pero en otros se prolongó durante 24 horas y en los menos Iberdrola porfiaba anoche por restablecer el suministro. Si ayer por la mañana eran 83.000 los hogares (75.000 en Vizcaya y 8.000 en Guipúzcoa) que todavía permanecían sin luz, la cifra fue descendiendo durante la tarde hasta llegar a los 14.640 en Vizcaya a primera hora de la noche. En Guipúzcoa se restableció prácticamente todo el servicio, excepto en unos cien caserios con líneas de baja tensión. En Álava, la situación estaba normalizada desde el día anterior. Iberdrola llegó a emplear helicópteros para acceder a algunos lugares.
Las zonas de Vizcaya sin suministro eléctrico están situadas en Las Encartaciones y puntos costeros como Lekeitio, Markina y Ondarroa, fundamentalmente.
El pánico que causó el vendaval en la población, sobre todo en los primeros momentos, colapsó los servicios de Bomberos, Ertzaintza, Policía Municipal y otros. Los primeros realizaron 150 salidas sólo en Vizcaya el lunes, y ayer alcanzaron las 50. En Guipúzcoa las cifras fueron similares. Las intervenciones se prolongaron hasta entrada la noche.
Desprendimientos de fachadas, retirada de los objetos de la calzada, aleros, pequeños incendios y hasta sustos de algunos vecinos tuvieron que tratar los bomberos. La Policía Municipal también se vio desbordada y sólo en Bilbao dejó sin atender 154 llamadas. Lo mismo sucedió con la Ertzaintza, cuyo servicio de SOS Deiak recibió miles de llamadas.
En San Sebastián se abrieron a lo largo del día de ayer al tráfico los accesos que habían permanecidos cerrados a la circulación desde la tarde del lunes por el peligro de caída de un andamio en la Avenida de la Libertad y de algunos árboles en el Paseo de Vicaya. Sin embargo, la marea alta que se prevía a última hora obligó a la Policía Local a mantener cerrada la entrada el Paseo Nuevo, en el litoral donostiarra.
La progresiva recuperación de la normalidad permitió también que la dirección del hospital de Cruces tranquilizara a la población informando de que la estructura de su edificio no sufría "desperfectos de importancia". El vendaval originó la caída al vial y zona de aparcamiento del hospital de una veintena de paneles decorativos que recubren la fachada y escaleras de emergencia de Traumatología.
Previsión para hoy
Por precaución se acordonó la zona ante un posible desprendimiento, sin que ocuerriera nada.
Para hoy se esperan cielos muy nubosos, con chubascos débiles ocasionales, que tenderán a disminuir al final del día, cota de nieve sobre los 600 metros, ligero descenso de temperaturas y vientos de componente norte flojo a moderado.
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