Los síntomas de depresión pueden ser el primer signo de Alzheimer
Una de las primeras señales de la enfermedad de Alzheimer pueden ser los síntomas depresivos, que se presentan hasta tres años antes de que se diagnostique la demencia, según un estudio publicado en el número de diciembre de la revista Neurology y en el que participaron 222 personas de 74 años o más durante tres años, de las que 34 desarrollaron esta enfermedad degenerativa."Las personas que desarrollaron Alzheimer ni siquiera se acercaron a un diagnóstico clínico de depresión, pero sin duda presentaban más síntomas de depresión -como falta de interés, pérdida de energía y dificultad en la concentración- al inicio del estudio que el resto de los participantes", afirma el autor del estudio, Lars Bäckman, director del Centro de Investigación de Gerontología de Estocolmo.
En general, los que desarrollaron Alzheimer tenían un 50% más de posibilidades de tener síntomas de depresión que el resto de los participantes. La falta de interés se presentó hasta tres veces más en quienes desarrollaron Alzheimer. Los investigadores afirman que el estudio muestra que los médicos y otros profesionales que tratan a los ancianos deberían tener en cuenta los síntomas de depresión al evaluarlos.
Tratamiento precoz
"El tratamiento de la enfermedad de Alzheimer cada vez tiene mayor éxito, y tiene más posibilidades de triunfar si se administra en las primeras fases", afirma Bäckman. "Por tanto, resulta de vital importancia diagnosticar la enfermedad de Alzheimer lo antes posible. Una de las formas de identificar quién la desarrollará en unos años puede ser buscar estos síntomas de depresión".
Aunque se sabía que las personas con Alzheimer tienen más riesgo de depresión, hasta ahora no se sabía si ésta estaba relacionada con la respuesta emocional del paciente ante los crecientes problemas de memoria y otras dificultades cognitivas, lo que en principio se descarta. Este estudio aporta también pruebas de que la depresión es una señal temprana de la enfermedad y no un factor de riesgo para su desarrollo posterior.
Los síntomas detectados en las personas que después fueron diagnosticadas de Alzheimer estaban principalmente relacionados con la motivación, como la falta de interés, la pérdida de energía y la dificultad para concentrarse. "Esto respalda aún más la idea de que los síntomas no se encuentran relacionados con los sentimientos de las personas ante sus dificultades cognitivas, sino que en realidad reflejan cambios en las regiones cerebrales implicadas en la atención y la energía. Como estos síntomas -la falta de interés, la pérdida de energía y la dificultad en la concentración- son bastante comunes en la población anciana en general, podrían fácilmente pasarse por alto", dice Bäckman.
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