Las organizaciones agrarias, divididas ante el modelo de ayudas directas al sector
Sector agrario y partidos políticos han iniciado el debate en relación con la aplicación de la modulación de las ayudas comunitarias al sector. Tras la elaboración por un grupo de técnicos de un informe sobre las posibilidades que se ofrecen a la hora de modular las ayudas agrarias, las organizaciones del sector han comenzado a tomar posiciones para un próximo debate con Agricultura. En principio, los sindicatos mantienen posiciones diferenciadas, y se espera que también hagan de la modulación una bandera los partidos políticos en las próximas elecciones generales.
En medios del sector se estima que la modulación no se aplicará esta campaña ante la no existencia de una decidida voluntad del Gobierno para lograr un acuerdo sobre este asunto a corto plazo. Tras varios meses de conversaciones, técnicos de Agricultura y de las organizaciones agrarias elaboraron un informe donde solamente se contemplaban las posibilidades para aplicar en España la modulación de ayudas de acuerdo con la reglamentación comunitaria. Ese documento se halla hoy en manos de las organizaciones agrarias para que hagan sus propuestas al Gobierno.La reglamentación comunitaria permite la reducción por la vía de la modulación de hasta un 20% en el conjunto de las ayudas directas pagadas por Bruselas, que en el caso de España son un total de 615.000 millones de pesetas ya que no se incluyen todos los cultivos. Los fondos que se obtengan por la modulación, en teoría deducidos de las explotaciones más grandes, no irían directamente a las explotaciones más pequeñas, sino que tienen que destinarse a fines como la jubilación anticipada, medidas agroambientales, reforestación o para las zonas desfavorecidas. En dicho informe técnico se contemplaba, a manera de ejemplo, la posibilidad de modular ayudas a todos los agricultores a partir de unos ingresos por ayudas de 20.000 euros, unos 3,3 millones de pesetas. La reducción de las ayudas barajada era una escala progresiva desde el 4% hasta el 20% para ingresos desde los 20.000 a los 400.000 euros.
Para Asaja, la organización mayoritaria donde se integran tanto los grandes agricultores del sur como los pequeños en la mitad norte, tradicionalmente había dos posiciones enfrentadas. Los más pequeños no se oponían a la misma, mientras desde el sur se consideraba la modulación como una medida demagógica que acarrearía más paro, subdivisión de fincas, sin solucionar los problemas de los pequeños. Sin embargo, Asaja tiene ya en este momento una postura única. Según señala su presidente, Pedro Barato, la organización rechaza cualquier modulación que suponga recortar las ayudas a los profesionales de la agricultura sea cual fuere su nivel de ingresos por ayudas. Se considera profesional al que perciba más del 50% de sus ingresos del sector agrario. Para Asaja, a la hora de hablar de profesionales, se debe considerar tanto si se trata de una persona física como jurídica.
El informe técnico baraja entre sus propuestas reducir ayudas a partir de los 3,3 millones de pesetas sin diferenciar si se trata de profesionales o gentes que tengan la agricultura como actividad complementaria. En el colectivo de los perceptores de ayudas con menos de 3,3 millones de pesetas se estima que habría muchos no agricultores que se beneficiarían de esta modulación.
Para Fernando Moraleda, secretario general de UPA, el informe de Agricultura es una muestra de que la modulación no es una cosa compleja, sino perfectamete aplicable. El responsable de UPA considera que es a partir de ese documento cuando se deben discutir los porcentajes de recorte. Esta organización es partidaria de que se endurezcan los porcentajes de recorte salvaguardando a la explotación familiar y tratando también de beneficiar fundamentalmente a los profesionales del campo.
Fuera de este reglamento sobre modulación, UPA plantea igualmente la necesidad de un debate político para que, a partir de fondos o reservas nacionales, se adjudiquen cupos, cuotas o derechos de viñedos especialmente a la explotación familiar viable para que estos agricultores o ganaderos no deban pagar los precios altos del mercado.
Para la COAG, se considera la modulación como algo irrenunciable para lograr un reparto justo de las ayudas para mejorar la explotación familiar. La Coordinadora ha puesto en marcha una campaña para que desde diferentes instituciones ligadas al medio rural, como por ejemplo a los ayuntamientos, se cursen escritos de petición al Gobierno.
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