La Universidad advierte de que habrá poco que proteger cuando Alicante tenga plan arqueológico

El departamento de Arqueología de la Universidad de Alicante considera que "es tarde" para redactar el plan especial de protección de zonas arqueológicas del municipio, porque cuando éste se realice "no habrá mucho que proteger". El Ayuntamiento de Alicante, gobernado por el PP, ha mantenido paralizada la elaboración del plan desde el mes de marzo, fecha en la que anunció la redacción del proyecto. Ni siquiera se ha realizado el pliego de condiciones para convocar el concurso público. No obstante, el concejal de Urbanismo asegura ahora que lo va a reactivar.

El grupo municipal socialista argumenta la urgencia de reactivar el plan especial porque "nos encontramos en un momento de intensa actividad urbanística" y, sobre todo, porque una de las zonas de mayor edificación es La Condomina, donde se encuentran gran número de yacimientos arqueológicos y la totalidad de las casas-torres de la huerta. Esquerra Unida, por su parte, no descarta solicitar un pleno extraordinario para intentar frenar las "ansias del PP municipal por favorecer la especulación". Según el portavoz de este grupo, Díaz Alperi, ex promotor de viviendas, "pasa por encima de la arqueología y del patrimonio de la ciudad" y, muestra de ello "es el atentado contra el monte Benacantil" que supone instalar allí el palacio de congresos. El equipo de gobierno, del PP, no ha dudado de conceder licencias de obras con informes arqueológicos contrarios, y ha empleado la controvertida figura del acto presunto para otorgar permisos para edificar en zonas de interés arqueológico.

Para Lorenzo Abad, catedrático de Arqueología de la Universidad de Alicante "es necesario y urgente" que el Ayuntamiento disponga de este elemento de protección para condicionar las licencias de obras que últimamente se están concediendo sin tener en cuenta los posibles restos arqueológicos, ya que el PP municipal ha optado por no respetar el decreto de 1987 que establecía cinco zonas arqueológicas en la ciudad y condicionaba cualquier licencia para construir sobre ellas a un informe previo y a la realización de catas arqueológicas.

Lorenzo Abad echa en falta una normativa municipal para que los proyectos de construcción se adapten a la protección de los restos arqueológicos, porque "en la actualidad, sucede al revés". En su opinión, el plan deberá reducir las zonas protegidas contempladas en el decreto de 1987, ya que en una de las zonas acotadas, el barrio de Benalúa, no han aparecido vestigios de interés.

El concejal de Urbanismo, José Luis Pamblanco, indica que ya ha dado las instrucciones a los técnicos para desarrollar el plan de protección, bloqueado desde el pasado marzo. El alcalde, por su parte, convenció al grupo socialista de que retirara una moción que exigía la inminente redaccción del plan especial porque "los vamos a redactar".