Las asociaciones gitanas piden más dinero y un plan nacional de apoyo
Las asociaciones gitanas y los profesionales que trabajan con este colectivo -organizaciones no gubernamentales, profesores, médicos, trabajadores sociales- creen que los datos más preocupantes del informe reflejan "sólo una parte" de la realidad gitana que es "cada vez más diversa", subraya el presidente del Secretariado General Gitano, José Manuel Fresno, quien pide un plan nacional de apoyo a este colectivo. Su opinión la comparte el presidente de Unión Romaní, Juan de Dios Ramírez Heredia. Para ambos "la cuestión gitana" es mucho más que un problema de pobreza. Es también un asunto político que exige acciones coordinadas y más dinero.Para Fresno, el Congreso "ha perdido una buena oportunidad" para recoger las demandas del colectivo gitano. Ramírez Heredia es más comprensivo, quizá porque fue diputado y eurodiputado con el PSOE. La propuesta del Secretariado General Gitano es que esa coordinación se traduzca en la creación de un plan nacional, similar al de drogas o al del sida, que coordine todas las políticas dirigidas a mejorar la integración y las condiciones de vida del pueblo gitano.
"Sólo un parche"
Desde 1988 existe un Programa de Desarrollo Gitano en el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, pero según los consultados es "sólo un parche", ya que carece de autonomía y de un presupuesto significativo para hacer frente a los problemas de más de 500.000 españoles. Ramírez Heredia asegura que este programa cuenta con 500 millones de pesetas anuales, un dato que no pudo ser contrastado con sus responsables. Sólo Andalucía, donde viven casi la mitad de los gitanos españoles, cuenta con un Plan Integral para la Comunidad Gitana, aprobado hace dos años.
Ese Plan Nacional que propone el Secretariado General Gitano debería marcarse objetivos culturales y sociales, subraya Fresno, para quien no sólo es importante que todos los gitanos vivan en condiciones dignas, sino también que preserven sus tradiciones. Para ello, es necesario incorporar la identidad cultural gitana a todos los programas educativos y potenciar la creación de centros culturales que, por ejemplo, ayuden a conservar sus tradiciones. La presidenta de la asociación de mujeres Romi Serseni, Amara Montoya, quien se negó a valorar un informe que no le había sido enviado, coincide en este análisis: "Que no tengamos territorio no quiere decir que no tengamos tradiciones".
Las asociaciones coinciden en la necesidad de llevar a cabo un estudio "serio y de ámbito estatal" sobre la población gitana. Ramírez Heredia asegura que el último fue elaborado en 1978 y "desde entonces la situación ha mejorado mucho". Y, sobre todo, defienden que las políticas tengan en cuenta a los propios gitanos. "Lo que no se puede hacer es querer lo mejor para los gitanos y no contar con ellos", sentenció Ramírez Heredia
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