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Nace la primera cría de quebrantahuesos del proyecto de Cazorla

Ginés Donaire

El vuelo majestuoso del quebrantahuesos volverá muy pronto a hacerse realidad en el Parque Natural de Cazorla, Segura y Las Villas. Esta semana ha nacido en el Centro de Cría en Cautividad Guadalentín la primera cría, con la que se ha estrenado el ciclo reproductor de las seis parejas que la Fundación Europea para la Conservación del Quebrantahuesos, con el apoyo de la Consejería de Medio Ambiente, introdujo en estas sierras en el año 1996 procedentes de Austria, Alemania y Chequia. Tras el primer intento fallido de principios de este año, la primera cría de quebrantahuesos -a la que podrían seguir otras en las próximas semanas- va a hacer posible la reintroducción de esta especie, cuyo último ejemplar voló sobre las sierras de Cazorla, Segura y Las Villas en 1987. Las causas que motivaron entonces su desaparición fueron la colocación de veneno y el coleccionismo de huevos y ejemplares por parte de los propios naturalistas.

En la actualidad hay 12 ejemplares de quebrantahuesos en el centro de cría de Cazorla, ubicado a 1.200 metros de altitud y a una distancia de un kilómetro de un antiguo nido de quebrantahuesos. Éstos están recluidos en jaulas de 12 metros de ancho por cuatro de alto por parejas, "porque son ejemplares criados en cautividad y no servirían para reintroducirlos, ya que no tienen un comportamiento adaptado a la naturaleza", ha señalado Miguel Ángel Simón, director del proyecto de reintroducción, que se extenderá posteriormente a otras zonas de Andalucía, como Sierra Nevada y Sierra Mágina.

El núcleo reproductor se completará cuando las seis parejas de esta especie carroñera -que llega a medir más de tres metros cuando despliega sus alas- sean todas maduras sexualmente. "Una vez conseguido", subraya Simón, "podrían lograrse tres o cuatro huevos de pollos de quebrantahuesos al año, y una vez que éstos están emplumados y a punto de tirarse del nido, dentro de la jaula, se sacan y se llevan a la naturaleza, a unas cuevas protegidas".

Ejercicios de vuelo

A partir de ahí, se concluye su desarrollo aportándole comida y cuando llega el momento, comienza el pollo sus ejercicios de vuelo. En ese sentido, Miguel Ángel Simón precisa que esta suelta de aves no se debe hacer con individuos aislados, "ya que es mejor que tengan contacto visual entre ellos a la hora del vuelo".

El quebrantahuesos, también llamado Gypaetus barbatus, es una especie que se alimenta de huesos y que tiene la peculiaridad de que cuando uno de ellos es demasiado grande, este ave remonta vuelo y en una zona pedregosa deja caer el hueso para partirlo.

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La Fundación Europea para la Conservación del Quebrantahuesos quiere ahora seguir en Andalucía los pasos de los Alpes, donde ha reintroducido en los últimos años en torno a 80 ejemplares.

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