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Llanos renueva el arte clásico en una muestra pictórica en San Sebastián

José Llanos (Tolosa, 1948) muestra hasta el próximo 30 de enero en la Galería Dieciséis de San Sebastián una selección de pinturas realizadas durante los últimos tres años. El artista, curtido en el oficio, se ha inspirado en las pinturas de Pompeya y en la grandiosidad de los templos romanos para realizar una veintena de piezas que reivindican, al filo del año 2000, la vigencia del arte clásico. Su arte tiene tintes figurativos, aunque la guerra entre lo realista y lo abstracto le parezca una "inventada".

José Llanos expone en San Sebastián después de cinco años de ausencia en las salas locales. En 1995, exhibió su obra en la misma galería. Para entonces ya se había decantado por hacer de su pintura una referencia clara del mundo clásico, porque el artista tiene una sensibilidad exquisita hacia las formas artísticas del pasado. En cada obra, en cada columna o muro de un templo romano, plasma con toda solemnidad la magnitud de las obras, en muchos casos, de autores anónimos.Pero no imita. Llanos recrea todo ese mundo, también en decadencia; parece que pueden tocarse las manchas de humedad o las grietas que ha dejado el paso del tiempo y percibirse todas las simetrías. El artista, sin embargo, rechaza cualquier alusión a las referencias figurativas de una obra vertebrada también sobre un cromatismo muy vivo. "No hay nada abstracto o figurativo", afirma; "hay una mancha que lo mismo puede ser un barco velero, un paisaje japonés o humedad".

Y argumenta su pensamiento con una anécdota de esta exposición. "Pinté una columna de la villa napolitana de Oplontis y un señor me dijo que vio una catedral gótica. Muchas veces el espectador interpreta cosas que el pintor nunca recreó, por muy figurativo que sea. Se hace mucho hincapié en esa guerra, pero es una guerra inventada", dice. Llanos, afincado en Estepona, entiende la pintura como estética. "Me parece mucho más grande el Apolo y Dafne de Bernini, que un cuadro que habla de la opresión del pueblo por el capitalismo", confiesa. Y recuerda que "el arte egipcio por ejemplo, era un arte político y nadie se acuerda ya de su contenido". El artista lleva a la práctica esta filosofía, pero destaca la importancia de que convivan todo tipo de tendencias: "Es como la moda, cada uno se pone lo que mejor le sienta".

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