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El pecado original

Cualquiera que sea la evolución de la crisis, podemos decir que ayer concluyó la trayectoria de un Ejecutivo que (...) desde sus inicios fue correctamente bautizado como Gobierno D"Alema-Cossiga. Un Gobierno que nació mal (...) y que ahora termina igualmente mal, entre enfrentamientos internos y sospechas de votos comprados. (...) Pero la caída del Gobierno de D"Alema no es debida a que su mayoría juzgue que ha tenido una mala actuación. Cae en cuanto víctima de la misma lógica que propició su nacimiento hace más de un año. Si no se entiende esto, no se puede entender lo que tiene de "especial" la democracia italiana respecto a las otras democracias europeas. Lo que tiene de especial es que el líder del partido más fuerte de la coalición de izquierdas es un postcomunista y, por tanto, tiene poquísimas posibilidades (...) de ganar al centroderecha en las elecciones. (...) D"Alema hizo una apuesta. (...) Esperaba que la combinación de una permanencia larga en el cargo de primer ministro con una buena actuación (...) le permitiera afrontar el juicio con más probabilidades de éxito que sin esa experiencia. (...) Ahora D"Alema tiene ante sí dos vías. La primera es la de reunir una mayoría para dar vida a un Gobierno cualquiera que se sostenga hasta las próximas elecciones. (...) La segunda sería que pusiese a la mayoría contra la espada y la pared. D"Alema debería decir: "Yo formo un Gobierno que llevará a cabo una o dos cosas (empezando por la más urgente, la reforma de las pensiones) y vosotros os comprometéis a apoyarme". (...)

, 20 de diciembre

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