La Generalitat y el Ministerio de Medio Ambiente chocan por la viabilidad del puerto Segur-Calafell

La Generalitat y el Gobierno central han topado en materia de puertos. Mientras que el Ministerio de Medio Ambiente revoca el proyecto de reforma del puerto de Calafell, el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, califica la reforma de estas instalaciones "de interés para Cataluña". La rehabilitación del puerto ha chocado con el informe técnico negativo de Medio Ambiente, que considera que en el litoral catalán "existe ya un gran número de instalaciones portuarias deportivas" y propone su demolición. Los pescadores que utilizan el puerto se movilizan.

Uno de los ejes de la política de puertos de la Generalitat pasa por la ampliación del puerto de Segur-Calafell, en Tarragona. Pero la Dirección General de Puertos y Transporte, del ministerio cuya titular es Isabel Tocino, emitió un informe desfavorable para la reforma promovida por la Generalitat.El puerto de Segur-Calafell (autorizado en 1973) tiene una tipología de puerto isla con un pantalán que lo une a tierra firme. El ministerio advierte que, contrariamente a lo establecido en las condiciones de concesión, se ha permitido que se cree "un tómbolo de arena con un volumen de, al menos, 400.000 metros cúbicos" y recuerda que era un compromiso de los concesionarios retirar 15.000 metros cúbicos de arena cada año y "reponer los daños que causasen estas obras en las proximidades".

Ese deterioro producido por la draga del puerto forzó al Servicio de Costas de Tarragona a imponer condiciones a la Generalitat sobre el vertido de la arena atrapada en el puerto, que incluso amenazaba el transporte litoral, según expone el Ministerio de Medio Ambiente en un informe de abril de 1999.

La negativa del ministerio llevó a que la población efectuara diversas movilizaciones porque considera que estas instalaciones son vitales para su futura promoción pesquera y turística. Este puerto amarra unas 350 embarcaciones.

Aquellas protestas fueron acalladas por un escrito del propio presidente de la Generalitat, quien en abril de este año escribía al entonces alcalde convergente de Calafell, Joan M. Triadó: "El director general de Puertos y Transporte, Enric Ticó, se ha preocupado y se preocupa porque se resuelva favorablemente [la reforma]. También ha intervenido el señor López de Lerma, del Grupo Parlamentario Catalán en el Congreso de los Diputados. Es un asunto", sigue Pujol, "que no solamente afecta a Calafell, sino también al interés general de Cataluña".

Pero el ministerio acaba de rechazar de nuevo la propuesta de ampliación. La Dirección de Costas mantiene que no está "justificada la necesidad de realizar estas obras, es decir, la necesidad de ampliar este puerto, cuando, en la actualidad, existe en el litoral de Cataluña un gran número de instalaciones portuarias deportivas".

El escrito que rechaza nuevamente los planes técnicos de ampliación del puerto de Calafell considera exagerado que se pretenda someter a dominio público una gran superfície en la que se pretende instalar un paseo marítimo, espacio para actividades lúdicas, locales comerciales y zona deportiva municipal, que considera no vinculables a la construcción de un puerto deportivo.

Sobre el "lamentable" estado, según el ministerio, en el que se encuentra el puente de acceso al puerto de Segur de Calafell, "es necesario destacar que esta situación no se debería haber alcanzado en ningún momento" y destaca que el responsable de este deterioro es el concesionario explotador de estas instalaciones, "encargado y responsable del mantenimiento del pantalán de acceso".

El puente de acceso amenaza "con caer en cualquier momento", según el informe técnico de la sociedad Técnica Investigación y Control, y el deterioro general ha sido denunciado por la cofradía de pescadores.

Medio Ambiente afirma que este deterioro de las instalaciones "debería servir para declarar extinguida la concesión de explotación del puerto deportivo y proceder, o bien a cambiar de entidad explotadora de las instalaciones o a la demolición de las mismas, operación esta última para la que se ofrece la colaboración de esta Dirección General de Costas".

En este durísimo escrito la Administración central recuerda anteriores incumplimientos del concesionario en materia de vertidos de las arenas dragadas del puerto deportivo, "una obligación del explotador de las instalaciones". El escrito parece ignorar que el puerto fue administrado durante algo más de un año por la Generalitat, que lo cedió al Ayuntamiento y éste, tras mediar varios concursos, lo cedió a la sociedad Port Segur-Calafell, en la que participan la proyectista Inurse y las constructoras Huarte (ahora OHL) y Construcciones Rubau.