Un blanco vigilado

Debido a la conflictiva y tensa situación que se vive en Israel, el Gobierno de este país ha puesto varios guardaespaldas a disposición del actor español Antonio Banderas, con objeto de que lo protejan.En Israel se ruedan numerosas películas en torno a temas bíblicos, arqueológicos o centrados en la ciudad de Jerusalén, y la que Banderas terminó de rodar ayer como protagonista -El cuerpo- cuenta con un equipo de producción ejecutiva local. Banderas explica que un día le preguntó a uno de los guardaespaldas -a los que le puso el Gobierno israelí se sumaron los que tenía la productora- si él era "un blanco de alto nivel" de ataques, atentados u otro tipo de agresiones. La respuesta fue seca: "Sí", y el actor no siguió inquiriendo.

"Rodar aquí ha sido fuerte", comenta Banderas, que recuerda que una noche en que rodaron en barrios palestinos de Jerusalén una procesión católica, hubo ciertos conatos de violencia.

El actor español dijo: "No fue nada importante; simplemente enseñaron un poco los dientes y al final no se convirtió en nada fuerte. Yo, más que tensión, he notado cansancio, una especie de resignación, y sobre todo en gente de 40 o 50 años que probablemente sabe que ellos no van a ver en vida un país unificado completamente".

"Aquí es muy difícil poner a todo el mundo de acuerdo, incluso dentro de cada comunidad, y de controlar la situación", añadió. "Muy pocos actores hubieran venido a Jerusalén en este momento del final del milenio, con todas las amenazas que hay de diversas sectas".