La oposición censura que el presupuesto quede al servicio de la construcción nacional

El acuerdo presupuestario entre el Gobierno y EH no ha deparado sorpresas. El euskera, la cultura, la educación y las prestaciones sociales, Udalbiltza y Treviño asumen las modificaciones más notables en un acuerdo que se daba por cantado después de que la coalición apoyase el pasado martes en el Parlamento a los partidos del Ejecutivo para rechazar las enmiendas a la totalidad. El portavoz de EH, Kepa Gordejuela, se vanaglorió ayer de haber logrado "cambiar la tendencia" de las anteriores cuentas públicas. La oposición, mientras, criticó al Ejecutivo por ponerlas al servicio de la "construcción nacional" que busca EH.

La incógnita fundamental había quedado ya despejada en el pleno del martes, cuando EH votó con el Gobierno para derribar las enmiendas a la totalidad presentadas por PP, PSE, IU y UA y evitar la devolución de las cuentas. Superado ese escollo, el acuerdo estaba hecho y, aunque los protagonistas de la negociación pudieron haberla prolongado hasta el pleno del día 29, optaron por acelerarla. Sólo 24 horas mediaron entre el rechazo de las enmiendas de devolución y el cierre del acuerdo, que se produjo el miércoles. Euskal Herritarrok se aprestó ayer a exhibir lo conseguido. En su valoración global, Kepa Gordejuela aludió al citado "cambio de tendencia" y a la importancia que las modificaciones introducidas en el proyecto del Gobierno tienen "para la construcción nacional".

La vicelehendakari, Idoia Zenarruzabeitia, calificó el acuerdo de "muy positivo" y desdeñó las críticas de la oposición, situándolas en la categoría de la "mera anécdota". Para Zenarruzabeitia, los Presupuestos son "impecables" y el acuerdo se ha hecho posible por la "voluntad de cumplir" el pacto de colaboración parlamentaria firmado en mayo con EH. Fuentes de su departamento no quisieron ayer cuantificar el alcance de los cambios pactados.

La oposición criticó a los protagonistas del acuerdo. El popular Carlos Iturgaiz lo consideró "una mala noticia" y afirmó que demuestra que el PNV "sigue radicalizado y sometido a hacer todo lo que le manda el binomio de ETA y HB". Iturgaiz dijo que el PNV ha rechazado en Madrid "los Presupuestos del euro" y, por contra, aprueba en Vitoria "los de la construcción nacional".

El portavoz del PSE, Fernando Buesa, señaló que el acuerdo carece del contenido social preciso para dar solucion a problemas básicos como la vivienda o los desequilibrios territoriales y atacó por la izquierda afirmando que EH ha asumido esas insuficiencias "a cambio de muy pocas cosas" y sólo ha logrado dinero para organizaciones afines y aspectos muy simbólicos, pero de escaso contenido económico. En esa misma línea fue el ataque de IU. Según su diputado Koldo Usín, la coalición se pliega a lo que mandan el PNV y EA en cuanto al contenido social porque antepone la contrucción nacional.

La más emblemática de ellas, aunque reducida a la mitad de lo pretendido, es la partida (25 millones) que servirá para que Udalbiltza eche a andar. Por primera vez también, el Condado de Treviño recibirá 50 millones. El IMI sube un 10% y se sitúa en 50.815 pesetas al mes, y las AES tendrán 500 millones más. Los mayores de 65 años podrán completar sus pensiones no contributivas hasta la cuantía del IMI, tal y como ya tenía previsto el Gobierno. Las ikastolas recibirán 400 millones adicionales, suben los fondos para euskaldunización y hay partidas destinadas a los planes de euskera en Osakidetza, Justicia y Universidad (100 millones), la prensa y las televisiones u otros medios locales y comarcales, igual que a la creación de una Biblioteca Nacional Vasca. HABE, las selecciones deportivas y el mundo de la euskaldunización del deporte, la Udako Euskal Unibertsitatea (UEU), el Herri Urrats del País Vasco francés o el Nafarroa Oinez tendrán ayudas.