El Ararteko insta a la Ertzaintza a conciliar derecho y seguridad ciudadana en sus actuaciones en el Alarde

El Ararteko ha terciado de nuevo en la polémica sobre la participación de las mujeres en los alardes de Irún y Hondarribia. En una actuación de oficio, el Defensor del Pueblo Vasco insta a Interior a garantizar el derecho de las féminas a sumarse al desfile en igualdad de condiciones que sus vecinos varones y le advierte de que no comparte la actuación que mantuvo la Ertzaintza el pasado 8 de septiembre en Hondarribia entre otras cuestiones, porque "el mantenimiento del orden no puede basarse en la negación de la vigencia de un derecho fundamental". El Defensor del Pueblo Vasco es explícito en su escrito: "El punto de partida de la actuación policial debe ser el contrario" al que movió a los agentes. "Hay que garantizar el derecho de las mujeres, tratando de sofocar los comportamientos y actitudes que pretendan impedir su ejercicio". Y añade que "sólo en el caso en que, de modo actual e inminente, resulte imposible proteger la integridad de las personas sin renunciar al derecho, podrá limitarse éste, pero no de modo definitivo e irreparable y, en todo caso, nunca antes de que el peligro real aparezca".

La recomendación se enmarca dentro de la actuación que el Ararteko emprendió tras los incidentes registrados en Hondarribia. La Ertzaintza dispuso un cordón policial para "garantizar la seguridad ciudadana" que en la práctica impidió a la compañía mixta sumarse al desfile con el resto de las formaciones. El encontronazo entre simpatizantes de la compañía mixta Jaizkibel -que trataron de avanzar- y los agentes se saldó con más de diez personas heridas. El Ararteko pidió entonces a Interior un informe de la actuación policial, cuyo enfoque y conclusiones "no comparte" porque "según parece las únicas instrucciones impartidas a los agentes de la Ertzaintza iban dirigidas a prevenir eventuales alteraciones del orden público". El Ararteko aboga por que la Ertzaintza trate de compaginar ambas cuestiones y le recuerda que "nunca puede fundamentarse en la cantidad de seguidores de una u otra postura, sino que debe atender a la legitimidad de los planteamientos".