Al menos 100 muertos en las peores lluvias de Venezuela en medio siglo
La capital venezolana quedó ayer paralizada, con las principales vías anegadas y los hospitales en estado de emergencia por unas lluvias que han causado, sólo en Caracas, la muerte de al menos cien personas y la desaparición de otras cien. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, pidió paciencia y calma a los venezolanos y admitió que el resultado es "doloroso y nefasto". Un barrio entero fue sepultado por el lodo.
Anoche no se podían evaluar claramente todos los daños causados por las lluvias diluvianas, pero sólo en Caracas había 100 muertos y 100 desaparecidos. En el Estado de Vargas murieron al menos 37 personas; en Falcón, dos. Una cifra que podría quedar corta si se confirma la desaparición del barrio de Blandín, en las afueras de la capital, cuyas 500 casas fueron devoradas por el lodo, según un superviviente. Se calcula que 20.000 personas perdieron su casa. Chávez, con uniforme militar de campaña y boina roja, se trasladó en helicóptero hasta Vargas, donde anunció que en las próximas horas hablará al país para ofrecer nuevas informaciones sobre la tragedia. El gobernador del Distrito Federal, Hernán Gruber, declaró que se desconoce el alcance real de los daños y las víctimas causadas por el temporal, considerado como el más grave ocurrido en los últimos 50 años en Venezuela.Muchas zonas de la ciudad, sobre todo los barrios situados en las faldas de la cordillera del Avila, en la parte alta, están aisladas y los daños son incalculables. En algunos barrios populares, el asfalto de los puentes se resquebrajó y sus bases han comenzado a ceder por la erosión causada por las lluvias, así como por el agua de las quebradas que se han desbordado y han inundado toda la ciudad.
En el barrio Humboldt, del sector San Bernardino, al norte de Caracas, un periodista narró cómo las aguas de la quebrada Anauco inundaron todo el lugar, llevándose hasta su título universitario, y los habitantes salvaron sus vidas trepando a las azoteas de las viviendas. Desde primeras horas del jueves, la Bolsa de Caracas y el Banco Central (emisor) informaron de la suspensión hasta mañana del mercado y de las operaciones cambiarias, aunque se mantuvieron las operaciones internacionales de la República, del instituto emisor y de Petróleos de Venezuela. Por orden del Gobierno fueron suspendidas las clases escolares, los hospitales se declararon en emergencia para atender a los heridos, y se dispuso el uso de doce helicópteros que tratan de rescatar a las personas que se encuentran inmovilizadas en las azoteas de los edificios.
El polideportivo Naciones Unidas, en el oeste de Caracas, se convertió en albergue de centenares de damnificados y receptor de donaciones, en su mayoría colchones, mantas, agua potable, medicinas y ropa, así como en centro de información para quienes buscan a sus familiares. La capital y ocho de los 23 Estados venezolanos fueron declarados en estado de emergencia. Los principales aeropuertos quedaron cerrados al tráfico, importantes nudos telefónicos dejaron de funcionar.
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