España considera crucial evitar un recorte en la cuota de pesca de la anchoa del Cantábrico

El Gobierno español se ha fijado como objetivo prioritario en las negociaciones de pesca evitar el drástico recorte previsto para la anchoa del Cantábrico. Los científicos han recomendado que se prohíba esta pesquería por las dificultades que padece para reproducirse. La Comisión no ha seguido estos consejos, pero ha propuesto una drástica reducción que para España significaría perder más del 85% de la pesca de anchoa este año. La Comisión propuso anoche mantener ese recorte pero darse un plazo hasta mayo próximo para una decisión en firme y más estudiada.

Pero detrás de la batalla de la anchoa parecen latir otras preocupaciones. España disfruta del 90% de la cuota de anchoa cantábrica. En 1998, la cuota comunitaria superaba las 33.000 toneladas, de las que España dispuso de 29.700. Para el año 2000, la propuesta de Bruselas reduce a 4.500 toneladas la cuota española.Cesión a Francia

Pero de esa cuota, España ha cedido 9.000 toneladas a los pescadores franceses, a cambio de aumentar la parte española en merluza y de que los franceses dejen de pescar ciertas especies en el Cantábrico entre marzo y mayo. Si la Comisión logra la drástica rebaja que propugna el comisario responsable, el austriaco Franz Fischler, para la anchoa, el acuerdo hispano francés sería imposible y podrían abrirse así las puertas a viejos conflictos.

El ministro español de Agricultura y Pesca, Jesús Posada, se declaró ayer en Bruselas dispuesto a permitir un recorte en la cuota española de merluza a cambio de mantener la pesca de la anchoa.

El ministro consideró exagerados los recortes defendidos por Bruselas, que a su juicio se deben no tanto a errores en la realización de los informes científicos del CIEM en que se basa la Comisión cuanto a una interpretación equivocada de esos informes.

El ministro rehusó convertir las negociaciones del Consejo de ministros de Pesca en un debate científico y subrayó que los problemas que atraviesa la anchoa se deben más a causas medio ambientales que a la industria pesquera.

Pero la Comisión rechaza esos argumentos. "Aunque el problema de escasez haya sido causado por contaminación, lo más importante es preservar la especie", razona David Armstrong, jefe de la unidad de Conservación y Medio Ambiente de la dirección general de Pesca de la Comisión Europea.

"No sabemos por qué pero hay problemas en la reproducción en la anchoa, que es una especie que puede tener muy serios problemas de preservación si esos problemas de reproducción se repiten dos años seguidos", opina. "Las propuestas de capturas de la Comisión son este año más drásticas porque los científicos recomiendan que así sea", sostiene Armstrong.

Un organismo prestigioso

La Comisión basa su propuesta en el estudio anual del CIEM, un organismo con científicos procedentes de sus 19 países socios (Bélgica, Canadá, Dinamarca, Estonia, Finlandia, Francia, Alemania, Islandia, Irlanda, Letonia, Holanda, Noruega, Polonia, Portugal, Rusia, España, Suecia, Reino Unido y Estados Unidos).

El CIEM, creado en 1902, es la más antigua organización intergubernamental del mundo y sus dictámenes suelen tener un muy sólido prestigio, según subrayan fuentes conocedoras del sector pesquero comunitario.