La autovía de San Sebastián a Hernani entrará en la capital bajo tierra

El trazado de la autovía del Urumea, cuatro kilómetros de carretera que enlazarán Hernani con San Sebastián, comenzará a construirse en el otoño del año entrante y su presupuesto de construcción suma 6.910 millones de pesetas. La Diputación de Guipúzcoa aprobó este martes el proyecto definitivo, que no incluye el ramal de acceso al barrio donostiarra de Amara, aunque propone la misma solución que demanda el Ayuntamiento: un túnel subterráneo para reducir su impacto en la ciudad.

La Diputación de Guipúzcoa ha optado por aprobar el proyecto oficial de la autovía del Urumea y desestimar un trazado alternativo presentado por un grupo vecinal, afectado por la construcción de esta carretera que exige la expropiación de varios terrenos privados y el derribo de nueve edificios, con 20 viviendas en total.El Departamento foral de Carreteras ha elegido su solución atendiendo a las recomendaciones recogidas en una declaración de impacto ambiental y, sobre todo, a las afecciones que ocasionará la A-8 cuando se construya el futuro segundo cinturón de San Sebastián. El diputado Antton Jaime reconoció que esta infraestructura ha provocado un "gran impacto social", aunque "por numerosos motivos" ha sido mejor valorada la propuesta oficial.

La autovía del Urumea solucionará los problemas de tráfico que soporta el municipio de Astigarraga, por donde circulan diariamente alrededor de 20.000 vehículos. La carretera nacerá en el límite entre Hernani y Astigarraga y desembocará en el barrio donostiarra de Amara, y su presupuesto de partida asciende a 6.910 millones de pesetas (41,5 millones de euros). Incluye cuatro kilómetros de carretera y dos enlaces, uno de los cuales entrará en el casco urbano de Astigarraga, mientras que el otro dará acceso desde Martutene a la variante de Intxaurrondo.

Las obras comenzarán en otoño del año que viene y se prolongarán durante tres años. Este vial conectará con la variante sur de Hernani, que finaliza en Andoain y cuyas obras terminarán en el año 2001.

La Diputación finalmente no ha incluido en el proyecto el tramo, de casi dos kilómetros, entre los barrios de Martutene y Amara, a la espera de una mayor concreción sobre la solución definitiva. El Ayuntamiento de San Sebastián pidió la semana pasada que se aceleren los trámites para su construcción, y se inclinó por un trazado subterráneo para permitir el desarrollo urbanístico en Riberas de Loiola. La institución foral, que invertirá otros 1.600 millones de pesetas en esta alternativa, coincide con la propuesta municipal, por lo que soterrará la carretera hasta la calle Gregorio Ordóñez, junto al puente de hierro del Urumea. Respecto a los plazos, el diputado Antton Jaime aseguró que el trecho hasta la capital estará acabado en 2003.

La autovía tendrá una rotonda en Martutene, desde la que saldrá un brazo hacia la ciudad sanitaria. El inicio de las obras de este ramal comenzarán en 2002 y terminarán dos años después.