La votación de los presupuestos decidirá el futuro de D"Alema

La solución de la crisis de Gobierno que se abrirá en Italia apenas sean aprobados los Presupuestos a finales de semana depende del apoyo que obtenga el primer ministro, Massimo D"Alema, en la Cámara de Diputados. Si pasa la prueba, la crisis podría resolverse con un nuevo Gobierno dirigido por el actual jefe del Ejecutivo. Hacer el cálculo de los votos favorables que puede obtener D"Alema no es, sin embargo, nada simple en una Cámara baja que, con cerca de 200 diputados tránsfugas, no se parece ni remotamente a la surgida de las urnas en abril de 1996. La hipótesis de que D"Alema no obtenga el apoyo necesario, como le pasó a Prodi en 1998, podría dar a la crisis un giro inesperado, haciéndola desembocar incluso en elecciones, sin esperar al 2001. Una posibilidad que aterra a la patronal y a los sindicatos.

La batalla de los tránsfugas se libra en la Cámara de Diputados, donde no menos de tres parlamentarios amenazan con cambiar de bando en vísperas de la votación para confirmar o no a D"Alema. El primer ministro debería superar el examen, pues la coalición de centro-izquierda suma 334 votos, frente a los 290 de la oposición. En la práctica, el grupo de los rebeldes, con 17 diputados (incluidos los socialistas que han desatado la crisis), ha declarado que no votará a su favor y, sin ellos, a D"Alema no le salen las cuentas.