Las grandes marcas piden a la Administración que intensifique la lucha contra las imitaciones
España ocupa el octavo puesto en la lista de países con un activo mercado negro de imitación y falsificación de marcas. Sólo en un año, el valor de las prendas incautadas por la Policía, Guardia Civil y servicio de Aduanas alcanza los 150.000 millones de pesetas. Buena parte de las grandes marcas de los sectores textil y calzado han sumado esfuerzos para combatir una "sangría" en la que invierten anualmente 400 millones de pesetas para defender sus intereses. Grupo de Marcas reclamó ayer en Elche a la Administración y a los jueces que intensifiquen la lucha contra el plagio.
Es el denominado Grupo de Marcas, se integran firmas del calado de Adidas, Burberrys, Camper, Dockers, Lacoste, Levi"s, Nike, Panama Jack, Pepe Jeans, Timberland, Tommy Hilfiger y Umbro. Directivos de este colectivo empresarial se reunieron ayer en la sede central de Panama Jack, en el polígono Elche Parque Industrial, y lanzaron un llamamiento a jueces, Fuerzas de Seguridad del Estado y Administración para que intensifiquen la persecución contra los plagios."Los jueces deben aplicar la ley sin contemplaciones, con mayor rigor y celeridad", señaló Joaquín Molina, representante de la firma de calzado Panama Jack. Para Molina, el Gobierno Valenciano "debe tomar conciencia de la magnitud del problema y adoptar las soluciones políticas necesarias".
En 1998 se incautaron 250.000 unidades de las marcas anteriormente mencionadas. En 1999 la cifra se ha visto ampliada hasta las 400.000 unidades, bien por redadas policiales o previa denuncia de la marca afectada. En este año, las firmas han planteado 2.000 causas en los juzgados ordinarios.
César Galcerán, de la firma Nike, afirmó que el peso de la "lacra" de las falsificaciones no sólo recae sobre las empresas. Galcerán aportó un estudio de la Unión Europea, denominado Libro Verde, que cifra en 100.000 los puestos de trabajo anuales que se pierden por los plagios.
A nivel mundial, las falsificaciones generan un volumen de negocio de 13 billones de pesetas. Países como Pakistán, India o Marruecos, en los que por otra parte se fabrican lícitamente muchas de las marcas más conocidas, son los puntos negros de producción fraudulenta. En España, los mercados de la Comunidad Valenciana, Cataluña, Galicia y Andalucía encabezan la escala de las áreas en las que más problemas tienen las marcas con las imitaciones.
Los representantes empresariales aseguran que durante el primer año de lanzamiento de un producto, en el 65% de los casos se genera un plagio. La industria paralela mantiene un volumen importante de negocio, e incluso llega a lanzar al mercado productos que la marca afectada no posee. Según sus representantes, firmas como Panama Jack reciben devoluciones de productos con defectos de fabricación que se descubren como falsos. Y es que la copia suele ser idéntica a la original, hasta el punto de que en muchos casos sólo un perito especializado advierte diferencias.
Una de las últimas modalidades de fraude detectada es la entrada en España de ropa sin etiqueta ni marca, que una vez en el país se convertirá en producto de una firma determinada, según pedidos. Para frenar el "engaño" del que son víctimas algunos consumidores (otros adquieren las prendas a sabiendas de que son falsas), el Grupo de Marcas ofrece aspectos a tener en cuenta, como el precio, mucho más barato en la prenda falsificada, y el establecimiento de venta, habitualmente mercadillos.
Para los afectados, los falsificadores saben que pueden actuar "con un elevado grado de impunidad". La razón es que las resoluciones judiciales no llegan a tiempo para impedir que el producto sea absorbido por el mercado. Es una cuestión de tiempo: las compañías denunciantes tienen dificultades para obtener la información suficiente que les permita detectar a tiempo las imitaciones y movilizar a notarios y jueces.
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