Sting excluye Madrid de sus seis conciertos en España por la falta de un local adecuado

El nuevo álbum de Sting, Brand new day, con el que ya ha recorrido Estados Unidos, ha logrado vender en sólo tres meses 2.200.000 discos en todo el mundo. Complacido y sonriente, Sting afirmó ayer en Madrid que su nueva banda es la mejor que ha tenido. "Tocamos todos los temas del nuevo disco y algunos antiguos, porque con ellos puedo reinterpretarlos de manera distinta", dijo. Con ellos actuará a partir del 23 de mayo en Bilbao, Alicante, Granada, Barcelona, Valladolid y Santiago de Compostela. Madrid ha quedado excluida "por falta de un local adecuado".

Sting es un hombre feliz y no tiene reparos en divulgar su secreto: el optimismo. Lo dijo varias veces en su última visita a España, hace un par de meses, para la presentación de su disco Brand new day (Un brillante nuevo día) y lo repitió ayer al contestar a preguntas sobre temas tan diversos como el instinto, el futuro y la reencarnación."No sé si soy una persona que se deja llevar por sus instintos", afirmó Sting ayer, "pero he aprendido a confiar en ellos porque, por lo general, están basados en la experiencia. Soy optimista por naturaleza y seguir ese impulso me ha ayudado mucho en la vida. En realidad, más que instinto, supongo que se trata de sentido común".

Respecto al futuro inmediato y sus previsiones para un planeta con el equilibrio medioambiental en constante deterioro -un tema que siempre le ha preocupado-, Sting huye del catastrofismo. "Debemos ser optimistas al mirar al futuro", insiste, "hay que serlo hasta para sobrevivir día a día. Respirar es un acto de optimismo actualmente, si no tienes temor de contaminarte. Hay grandes problemas en el mundo, pero es fácil detectarlos e intentar solucionarlos".

Reencarnaciones

Sting es tan irremediablemente feliz que, suponiendo que la reencarnación exista, él ya no cree que pueda alcanzar una vida mejor. "Debo haber sido muy bueno en mi vida anterior, porque en ésta he tenido muchísima suerte. Quizá ya haya llegado al final de la rueda de las reencarnaciones", señaló con humor.

Sin embargo, este británico atractivo y amable de 48 años no se duerme sobre sus laureles. A partir del 7 de enero inicia una larguísima gira europea con 101 actuaciones en cinco meses. Seis ciudades españolas están incluidas en esta gira: Bilbao (23 de mayo, Auditorio Euskalduna), Alicante (27 de mayo, plaza de toros), Granada (28 de mayo, Palacio Municipal de Deportes), Barcelona (30 de mayo, Palau des Esports), Valladolid (1 de junio, plaza de toros) y Santiago de Compostela (2 de junio, Palacio S.A.R.). No ha podido concretar ninguna fecha en Madrid porque, según él, no hay un lugar lo suficientemente grande, con una calidad acústica suficiente. "En anteriores ocasiones lo he pasado mal porque el sonido no era bueno y no quiero que mi público nos escuche en esas condiciones", dijo ayer el cantante.

Por lo demás, se encuentra muy satisfecho con este disco, no sólo por las ventas, sino porque su público, al menos en la gira por Estados Unidos, ha respondido muy positivamente. "Es difícil interpretar temas nuevos en los conciertos, porque el público siempre quiere los conocidos", comentó Sting, "pero, desde el primer concierto que dimos en Las Vegas, la gente cantó conmigo los temas de mi nuevo disco. Tocamos todas las canciones del nuevo disco y también algunos temas antiguos, sobre todo porque tengo una banda nueva de la que estoy muy contento. Siempre he tocado con buenos músicos, pero la formación que llevo ahora es la mejor que he tenido". Se refiere a los músicos Manu Katché (batería), Dominic Miller (teclados) y Jason Robello (guitarra), que lo acompañarán en los conciertos de esta gira.

A pesar de su larga carrera como solista, todavía hay quien recuerda los tiempos heroicos de The Police. "He colaborado recientemente con Andy Summers y siempre existe la posibilidad de volverlo a hacer, pero no habrá una reunión de Police", zanjó.

Le resulta difícil hablar de su evolución musical pero tiene claras algunas cosas: "Siempre me propongo mejorar como compositor, como músico, como cantante y como persona. Si lo he logrado, es decisión de los demás", afirma. "Los elementos nuevos en este disco parten de mi interés por la música norteafricana, especialmente el rai. El rai no es una música pura, tiene elementos árabes, flamencos, de reggae y del pop. Es una mezcla con la que me siento muy cómodo".

No teme que esta búsqueda constante de cambios deje a su público rezagado. "No subestimo al público. Pienso que ellos crecen conmigo y no me he equivocado. Entre los que gustan de mi música hay gente de los 12 a los 70 años, un 50% son hombres y un 50% mujeres, los hay blancos, negros, gay, de todo. Siempre he querido usar la música para juntar a la gente. No hago música que segregue, no hago música para minorías. Me interesa llegar a buena parte de la sociedad, no dividirlos".