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El Vaticano se moviliza contra el aborto de una niña de 13 años

El caso de una niña embarazada de 13 años obligada a abortar por el tutor designado por los tribunales ha desatado en Italia una nueva batalla entre defensores y adversarios del aborto. Laura, nombre ficticio de la niña, que es disminuida psíquica, vive en una pequeña localidad de la provincia de Ragusa, en Sicilia, a cargo de la abuela materna, también disminuida, y de una madre considerada psíquicamente inestable, por lo que el Tribunal de Menores de Catania designó un tutor especial para la pequeña. Tutor antiabortista que ha sido sustituido por otro favorable a interrumpir el embarazo en el plazo de una semana. Un cambio de visión sobre el problema de Laura que ha provocado la intervención del Vaticano. L"Osservatore Romano, diario de la Santa Sede, se refería ayer al caso en tonos apocalípticos, señalando que "trae a la memoria los horrores del racismo nazi".Todo empezó hace unas semanas, cuando el médico de familia anunció que Laura estaba embarazada y su madre solicitó a la asistente social el permiso correspondiente para que la niña pudiera abortar en el hospital. Para entonces, el tutor de Laura, Francesco Gugliotta, consideró que no había razones para el aborto porque la niña se encontraba físicamente en perfectas condiciones. Gugliotta se ha confesado además miembro activo del movimiento a favor de la vida.

Relevo de tutor

Sin dar otras razones que las de supuestas irregularidades burocráticas, el Tribunal de Menores de Catania, competente en el caso, relevó a Gugliotta como tutor de la pequeña Laura y lo sustituyó por el médico de familia de la niña, el cual autorizó la intervención quirúrgica. A juicio del doctor Ignazio Ruffino, el aborto es la menos mala de las soluciones para resolver el problema de Laura, embarazada no se sabe muy bien por quién, aunque la policía local sospecha que el padre del futuro bebé es un amigo de la niña, de 14 años de edad.

La acritud de la polémica y la intervención del órgano de prensa de la Santa Sede ha colocado el caso en el punto de mira de defensores y detractores del aborto. A Laura, internada temporalmente en un centro social, no le ha sido practicada todavía la intervención quirúrgica, lo que puede colocar su caso también al borde de la ilegalidad, porque en Italia no están autorizadas las interrupciones del embarazo con más de tres meses de gestación, plazo que podría haber superado ya la niña.

El caso de Laura no es el primero de una incapacitada mental que se convierte en el centro de una polémica al quedar embarazada. Hace cuatro años se produjo un caso similar en otra localidad siciliana, aunque la joven implicada, que también padecía problemas mentales, no era menor de edad. La joven Rosaria, nombre con el que fue dada a conocer por la prensa italiana, tuvo cuatro hijos que fueron entregados en adopción a diferentes parejas.

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