Acuerdo para acometer la primera reforma de la ley de Amejoramiento navarra

Por vez primera desde su aprobación, en 1982, la ley orgánica de Reintegración y Amejoramiento del Régimen Foral de Navarra, el estatuto de esta comunidad, será modificada previo acuerdo con el Estado. La principal consecuencia de esta reforma, entre otras, consistirá en que ya no será designado de forma automática como presidente de Navarra el cabeza de la lista más votada, en el caso de no alcanzarse las mayorías parlamentarias suficientes.

Navarra comenzó ayer a decir adiós a toda una etapa política caracterizada por la formación automática de gobiernos monocolores, que han evidenciado a lo largo de los años de la transición democrática su debilidad parlamentaria, aunque también la capacidad pactista de los principales partidos. El ministro de Administraciones Públicas, Ángel Acebes, y el vicepresidente navarro, Rafael Gurrea (UPN-PP), remataron ayer en Madrid el acuerdo. En virtud de la fórmula propuesta al ministerio y aceptada plenamente por éste, se modificarán dos artículos del Amejoramiento: los números 29 y 30, que regulan la designación de presidente del Gobierno de Navarra y las facultades del presidente del Parlamento foral.Desde ahora, una vez que el Consejo de Ministros y el Ejecutivo navarro lo aprueben y las Cortes Generales y el Parlamento foral lo ratifiquen, ya se designará automáticamente como presidente de Navarra al cabeza de la lista más votada, si no obtiene las mayorías parlamentarias suficientes. El automatismo desaparece, tal y como lo han venido reclamando todos los partidos.

En su lugar, se introduce en el artículo 30 de la ley foral, relativo a las facultades del presidente del Ejecutivo foral, la capacidad para disolver la Cámara y convocar nuevas elecciones, una prerrogativa de la que carecía esta comunidad hasta la fecha. Eso sí, la duración de la nueva legislatura no será completa. Se interrumpirá cuando el Gobierno central convoque elecciones autonómicas para la mayoría de las comunidades autónomas españolas, excepción hecha de las denominadas históricas.

En vigor después de marzo

El acuerdo permitirá que la ansiada modificación del artículo 29 del Amejoramiento sea por fin una realidad, aunque no antes de las elecciones generales de marzo del año 2000. Los términos generales de la modificación fueron pactados por el actual Ejecutivo de UPN, primero con Convergencia de Demócratas de Navarra (CDN) y posteriormente con el PSN.

La nueva fórmula de elección presidencial exige que los candidatos a presidente sean miembros del Parlamento y reduce de cuatro a dos las votaciones para alcanzar las mayorías que permitan la formación de gobierno (la primera, con exigencia de mayoría absoluta y, 24 horas después, la segunda para alcanzar la mayoría simple). Si ningún partido consiguiera los votos suficientes ya no será elegido presidente a los dos meses, y de forma automática, el cabeza de la lista más votada en las elecciones, como ha sucedido con todos los presidentes navarros de la actual democracia, salvo el socialista Javier Otano. A partir de ahora, si treinta días después de la primera votación ningún candidato obtuviera las mayorías requeridas, el Parlamento se disolverá y se convocarán nuevas elecciones.

Hasta ahí todos los partidos están de acuerdo. Sin embargo, CDN, los partidos nacionalistas vascos y también IU-EB han venido defendiendo sin éxito que la nueva legislatura resultante durara cuatro años completos. La oposición considera a Navarra una de las comunidades históricas y ha reivindicado en vano la capacidad de desmarcarse del calendario general de elecciones. El acuerdo con los socialistas para mantener a Navarra en el bloque de las autonomías comunes de España, aceptado finalmente por CDN, ha favorecido el visto bueno del Gobierno del PP, que no parecía dispuesto a modificar ese extremo.

Juan José Lizarbe, secretario general del PSN, señaló que el acuerdo alcanzado ayer "permite a Navarra adecuarse a los nuevos tiempos y equipara nuestra capacidad a la de otros parlamentos".