Un informe socioeconómico critica el poco compromiso del Ayuntamiento sevillano con el autoempleo

La promoción del autoempleo y la economía social constituye uno de los pilares fundamentales que debería centrar la labor del Ayuntamiento de Sevilla en materia de creación de empleo, según los autores del informe socioeconómico de Sevilla, de 1998. El estudio advierte de que, hasta la fecha, "no se puede afirmar que haya habido un compromiso claro por parte de los responsables públicos locales". Según el informe, la intervención municipal no depende sólo de los fondos públicos, "sino también de decisiones políticas". Entre ellas, citan el consenso con los sectores implicados para adoptar acuerdos sociales, la representación de los mismos en organismos relacionados con la creación de empleo o la formación de nuevos empresarios en actividades de interés social, como podría ser el caso de las residencias para ancianos.

Esta actividad es una de las incluidas dentro del grupo de sectores emergentes, que cuentan con mayores expectativas de creación de puestos de trabajo. El informe analiza la situación de actividades que podrían definirse como "emergentes", como las franquicias, que se encuentran en clara expansión en Sevilla, donde operaban a comienzos de 1998 unas 214 unidades, la mayor concentración de las provincias andaluzas.

Menor peso tiene, sin embargo, el turismo social para mayores, a pesar de que la capital andaluza cuenta con unas condiciones favorables, como la infraestructura hotelera o sus características climatológicas. El estudio cree que una promoción "adecuada" podría incluir a Sevilla entre los destinos más demandados para los viajes de este segmento de población, que son Alicante, Baleares, Canarias y Málaga.

Similares carencias observan en las ofertas de turismo rural para introducir a la provincia en los circuitos turísticos alternativos, a pesar del interés medioambiental y la tradición agrícola de Sevilla. El informe destaca que el desarrollo de esta actividad permitiría recuperar espacios naturales deprimidos y enumera seis comarcas idóneas para el turismo rural: la Sierra Norte, la campiña, la Sierra Sur, la vega del Guadalquivir, el Aljarafe y Doñana. En el sector de las actividades recreativas, la capital ofrece un mayor desarrollo -es el caso de Isla Mágica-, aunque "todavía tiene un gran potencial", según los autores del informe.

Las restantes actividades citadas en el estudio como áreas que deben promoverse, a la vista de sus posibilidades de crear empleo, figuran la depuración y tratamiento de aguas residuales -las localidades con más de 2.000 habitantes deberán tratar sus aguas residuales para el 2005-, la utilización de energías renovables, las nuevas técnicas de márketing, la conservación y recuperación de espacios naturales, la agricultura ecológica, la rehabilitación de edificios, el comercio electrónico o las nuevas redes de comunicación.