El cine europeo se entrega a Almodóvar
El cineasta y la actriz Cecilia Roth, premiados en Berlín por "Todo sobre mi madre"
ENVIADA ESPECIAL El deseo de Antonio Banderas finalmente se cumplió. "Espero que esta noche Pedro inicie su dulce camino hacia el Oscar". Así fue. La Academia de Cine Europeo, que anoche entregó en Berlín sus premios a las mejores películas de 1999, se rindió ante Pedro Almodóvar y su última película. Todo sobre mi madre fue elegida mejor película europea, y Pedro Almodóvar recibió el galardón que concede el público al mejor director. La alegría no quedó ahí, y Cecilia Roth logró el galardón a la mejor actriz. La intérprete argentina afirmó ante su director: "Éste es el hombre que cambia mi vida cada vez que aparece".
Lo que sí puede cambiar a partir de ahora es la vida de Almodóvar y su carrera hacia los oscars ya que la película del director español está siguiendo, primero en Cannes y luego en Berlín, los mismos pasos que vivió el año pasado Roberto Benigni y La vida es bella.Almodóvar subió anoche emocionado al escenario del teatro Schiller y, ante un público entregado desde el primer momento, confesó que es una persona afortunada, "afortunada por hacer películas en español que se ven, se entienden y se sienten en el mundo entero. Me gustaría que todos los directores europeos tuvieran la misma suerte que yo", manifestó. El cineasta, que recibió el premio a la mejor película de la mano de Antonio Banderas y Melanie Griffith -"mi familia americana", dijo- fue la gran estrella de una gala en la que Cecilia Roth arrebató a Penélope Cruz y su trabajo en La niña de tus ojos el premio a la mejor actriz.
Fue la noche de Almodóvar, pero también lo fue de Antonio Banderas. La Academia que preside el cineasta alemán Wim Wenders le entregó un premio especial por Locos en Alabama, su primera película como director. "Mi corazón os da las gracias", fue el saludo de Banderas al público. El actor español, que horas antes había viajado desde Tel-Aviv a Berlín, y que abandonó la capital alemana nada más acabar la ceremonia, recordó sus 56 películas y sus 26 años de trabajo. Pero, sobre todo, recordó, su deuda a las dos personas que anoche le acompañaban en Berlín: Almodóvar y Melannie Griffith, su mujer y protagonista de Locos en Alabama. "Ella ha sido la estrella de mi primera película, y será siempre la estrella de mi vida".
"Del oscar no quiero hablar, quedan todavía cuatro meses", advirtió Almodóvar a los periodistas en el hall del hotel donde se aloja. "La candidatura de la Academia de Europa es un escalón más de satisfacción", dijo horas antes de recibir el premio. "La carrera de La vida es bella comenzó en Cannes, continuó en la Academia de Europa y luego llegó al Oscar. Ojalá que con ésta pase lo mismo, pero no quiero caer en triunfalismos". Almodóvar competía para este galardón con Rosetta, de los hermanos Dardenne; Sunshine, de István Szabó; The war zone, de Tim Roth; Moloch, de Alexandr Sokurov; Mifune, de Soren Kragh-Jacobsen, y Fucking Amal, de Lukas Moodysson.
La gala, retransmitida por Canal + y presentada, en inglés, por Carole Bouquet y Mell Smith, buscaba glamour y difusión. Un desfile interminable de rostros desmostró la diversidad del cine europeo. De los españoles Emma Suárez y Jorge Sanz, pasando por el británico Ralph Fiennes y la impresionante Emmanuelle Seigner. Junto a ellos, Irene Jacob, Anna Galiena y María Pitarresi o el actor Ray Wistone completaban el gran número de figuras de la pantalla europea que acudieron al teatro Schiller. Una gala que contó también con la presencia de David Lynch (cuyo filme The straight story fue elegido como el mejor no europeo) y una gala que quiso destacar la labor fuera de Europa de Banderas y de otros dos creadores: el músico Ennio Morricone y el director Roman Polanski. Nick Powell, responsable de estos premios, afirmó: "Es un privilegio galardonar a tres verdaderos europeos, a tres verdaderos talentos".
Babelia
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