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La planta de lindane logra, tres meses después, el permiso definitivo

La primera planta de tratamiento del lindane del mundo, ubicada en Barakaldo, empezará a funcionar a pleno rendimiento en los próximos días, tras obtener la licencia de actividad definitiva del Ayuntamiento. Este permiso se produce tres meses más tarde de lo previsto por las reticencias municipales, al pedir una garantía de la venta del triclorobenceno (TCB), el material resultante de la eliminación de los residuos de lindane.Un portavoz de la sociedad pública ambiental Ihobe, encargada de la gestión, confirmó ayer que la instalación empezará a trabajar 16 horas diarias, en vez de las ocho empleadas en los cinco meses del período de pruebas.

La planta tiene el objetivo de eliminar antes de dos años las 5.000 toneladas de HCH (residuos de lindane) puro que se agolpan en lo que fue Bilbao Chemicals, una de las dos empresas que desde 1947 a 1987 fabricó este pesticida y vertió incontroladamente sus residuos hasta que empezó a guardarlos en la misma factoría. Sus instalaciones se han reacondicionado desde julio de 1997 para albergar la planta, que eliminará los residuos de lindane mediante un tratamiento químico denominado BCD, una tecnología procedente de Estados Unidos que permite la descomposición y reconversión del desecho en materias primas como colorantes.

Triclorobenceno

Por cada kilo de lindane se obtendrán 625 gramos de triclorobenceno, que se cederán gratuitamente para su comercialización a una empresa francesa, y casi 300 de sal común que se depositarán en un río que atraviesa la zona "sin ningún impacto ambiental", señala Ihobe. El Ayuntamiento se ha negado los últimos tres meses a conceder la licencia definitiva mientras no existiera el contrato de adquisición del TCB, pero finalmente ha accedido a otorgar el permiso. "Es que este producto se adquiere según va saliendo. Nosotros garantizamos la salida a través de un puerto y de lo demás se encarguen los franceses", comentan fuentes de Ihobe.

La habilitación de la planta, situado al lado de la autovía a Santander, ha costado 1.400 millones de pesetas (8,5 millones de euros) y ha sido subvencionada en un 80% por la Unión Europea. Desde que se anunció su construcción, ha contado con una fuerte oposición de grupos ecologistas y vecinales, que han intentado la paralización de las obras en media docena de ocasiones. Argumentan la proximidad a zonas residenciales y las dudas ante un procedimiento inédito. En otros países como Australia o Japón hay otras infraestructuras con el sistema BCD para otros productos contaminantes, pero la planta de Barakaldo será la primera en tratar lindane.

Cuando finalice su cometido, la planta se desmantelará y todos los materiales se trasladarán a la futura celda de confinamiento de tierras contaminadas con lindane en un antiguo vertedero, también en Barakaldo.

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