Pujol asegura que el avance hacia la paz es lento pero "imparable"

El presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, se mostró ayer convencido de que la actual evolución política y social llevará de forma "inevitable" e "imparable" hacia la paz, durante la concentración que encabezó junto al alcalde de Barcelona, Joan Clos, para mostrar el rechazo al fin de la tregua de ETA.Varios centenares de personas acudieron a la Plaza Sant Jaume, donde están situadas las sedes de la Generalitat y del Ayuntamiento de la ciudad, para permanecer en silencio durante cinco minutos y reclamar la paz con esta iniciativa. En otras ciudades catalanas se llevaron a cabo actos similares.

Pujol consideró positiva aunque "lenta" la evolución hacia la paz en el País Vasco y subrayó su esperanza en que "la amenaza de ETA no se concrete en un nuevo atentado ni en un secuestro". "Teníamos la esperanza", añadió, "de que no volveríamos a hacer actos de este tipo para manifestar nuestro apoyo al proceso de paz vasco, pero lo hemos tenido que hacer. Si podemos hacer alguna cosa, aunque sea mínimamente, para ayudar, la tenemos que hacer", insistió.

A la concentración asistieron también el consejero de Interior, Xavier Pomés, y el de Economía, Artur Mas, así como la delegada del Gobierno en Cataluña, Julia García Valdecasas, y los concejales del Ayuntamiento de Barcelona, que interrumpieron una reunión que mantenían sobre el Forum 2004 para manifestarse en contra de la reanudación de la violencia de ETA.

El portavoz adjunto de Convergència i Unió en el Congreso de los Diputados, Manuel Silva, expresó ayer el "respeto y comprensión" de CiU hacia la propuesta del PNV para avanzar con Euskal Herritarrok (EH) hacia un proyecto soberanista y conseguir que ETA deje de tutelar la política vasca. Silva manifestó a Efe que es necesario reconocer que cada partido está intentando, con la mejor de las intenciones, los avances que considera útiles para salvar el proceso de paz. Tras subrayar que "lo que matan son las pistolas, no las palabras", Silva sostuvo que se puede estar en contra del terrrorismo sin renunciar "ni un ápice" a las convicciones políticas, "incluso a aquellas que puedan implicar la modificación de la Constitución". El presidente del PP de Cataluña, Alberto Fernández, abogó por mantener la cohesión de todos los demócratas. "Sin dejarnos arrastrar por el chantaje y la violencia de los terroristas", afirmó.