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Vivienda sólo logra sacar al mercado de alquiler cuatro pisos vacíos en tres años

Convencer al dueño de un piso vacío de las bondades de sacarlo al mercado de alquiler para paliar la carestía de la vivienda se ha convertido en algo imposible para el Gobierno. El Departamento de Vivienda puso en marcha en 1997 un programa de ayudas a la rehabilitación de viviendas en mal estado con la finalidad de que sus propietarios las pusieran en alquiler. La previsión de la consejería era que al menos 1.200 pisos deshabitados salieran a este mercado. Sin embargo, tres años después los resultados son muy pobres: tan sólo cuatro propietarios de otras tantas viviendas han tomado parte en el programa.Las ayudas ascienden a un 10% del valor de la vivienda en el caso de que se alquile durante al menos cinco años. La condición para acceder a estas subvenciones es que las casas pasen a ser calificadas de protección oficial, con lo que sus dueños no podrían venderlas en un plazo determinado de años. Además el alquiler debe tener carácter social y no superar el entorno de las 40.000 pesetas. A cambio, el departamento se compromete a compensar una parte del desfase que puede haber entre esas 40.000 pesetas mensuales y el precio que en la actualidad se paga por los alquileres. Por ejemplo, en Vitoria esta cantidad ronda de media las 90.000 pesetas.

El consejero de Vivienda, Patxi Ormazabal, compareció ayer ante la comisión de Ordenación Territorial del Parlamento a petición del PSE para informar sobre el grado de cumplimiento del Plan Etxebide 1996-1999, el instrumento que recoge las previsiones de construcción de viviendas protegidas y sociales. Según Ormazabal, el Ejecutivo ha promovido en estos cuatro años 11.323 viviendas, superando así el objetivo inicial cifrado en 10.900 pisos.

Pronósticos incumplidos

Sin embargo, en otros apartados el consejero admitió que no se han podido cumplir los pronósticos. Es el caso del alquiler. "Hemos encontrado grandes reticencias entre los propietarios", reconoció Ormazabal, quien aseguró que su departamento estudia incrementar las ayudas o implantar una tasa a los dueños de este tipo de residencias para animarles a sacar sus pisos al mercado.

"La iniciativa de las ayudas no ha tenido ninguna aceptación porque los dueños tienen miedo a destrozos y problemas con los futuros inquilinos", explicaron responsables del departamento en los pasillos del Parlamento, una vez que Ormazabal terminó su comparecencia.

El consejero mostró su confianza en que la futura sociedad pública de alquiler -que nacerá de la ampliación de capital de la empresa pública Visesa, dependiente del Gobierno- sea capaz de articular fórmulas para poner en el mercado de alquiler un amplio parque de viviendas. Esta sociedad gestionará los pisos promovidos desde el Departamento de Vivienda y tratará de incorporar a su patrimonio casas de titularidad privada, previa compra a sus dueños.

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