Alcalá celebra un año de Patrimonio de la Humanidad con menos inversión de la prevista

Alcalá celebró ayer el primer aniversario de su declaración como ciudad Patrimonio de la Humanidad. Un título que ha supuesto para sus promotores, la Universidad y el Ayuntamiento, y para los alcalaínos menos de lo que esperaban en lo tocante a inversiones, apoyos por parte del Gobierno regional al ser la única ciudad patrimonio de Madrid o mejoras en la calidad de vida de los residentes del casco histórico.

Lo que sí ha traído la declaración han sido turistas, un 60% más que en 1998. La estampa de un grupo de personas consultando un mapa monumental en mitad de la calle se ha convertido en frecuente.Aun así, las cifras más representativas -las entradas vendidas de su monumento emblemático, la Universidad Cisneriana, 29.000 entre enero y septiembre, y la de las personas atendidas en la oficina de turismo, 24.536 en el mismo periodo- están muy lejos de las de otras ciudades patrimonio españolas, que cuentan los turistas por millones.

Cualitativamente ha habido un cambio: hay más turistas que se quedan a dormir y prolongan su estancia varios días. Los que ya estuvieron antes se encontrarán con novedades gastronómicas: en 1999 han abierto en la zona declarada al menos una decena de restaurantes y mesones.

Museo arqueológico

En cuanto a grandes obras, se han inaugurado varias, entre ellas el Museo Arqueológico, o el yacimiento romano de la Casa de Hipólito, ambos dependientes de la Comunidad. Pero eran proyectos que ya estaban en marcha antes de la declaración de Patrimonio. El título no ha servido para acelerar dos inauguraciones anunciadas para este año por la Comunidad, la ampliación del Museo Casa Natal de Cervantes, que lleva 16 meses cerrado por obras, y la del Corral de Zapateros, una joya de la historia del teatro, terminado desde hace meses.

El director general de Teatro, Manuel Pérez Aguilar , asegura que tiene problemas de acústica difíciles de resolver. Un tercer proyecto anunciado por el consejero Gustavo Villapalos en diciembre de 1998 parece desestimado, el de la creación de un centro dramático regional con sede en Alcalá. Aguilar aseguró que su creación no entra en las intenciones de la Consejería de Cultura, cuya titular es ahora Alicia Moreno.

"Seguimos sin aparcamientos, sin enterrar los cables que afean las fachadas o sin contenedores de basura", señaló ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos del Casco, Dolores Palenzuela. El Ayuntamiento ha encargado un plan que contempla estos aspectos: la ordenación del tráfico, la canalización de los tendidos y el diseño de la señalización y el mobiliario urbano. Tendrán el avance antes de abril.

Entre las obras previstas para el año próximo están la reforma de las plaza de San Diego, que acoge a la Cisneriana, y la Victoria, que serán acometidas por la Comunidad. Entre las que tiene en cartera la universidad destaca la rehabilitación del antiguo convento de Carmen Calzado, para convertirlo en la Biblioteca Central de Humanidades. Y una de las más esperadas, aunque aún tiene que superar varios escollos, es la de la conversión del antiguo Colegio de Santo Tomás y las viejas cárceles en un parador nacional o, en su defecto, en un hotel de cinco estrellas. El plan director que la Comunidad va a adjudicar este año aportará ideas para los espacios que aún quedan libres. Los más grandes son la Huerta del Obispo, que será un parque, el antiguo cuartel de Sementales y el campo de fútbol de la Paloma.